Principio de ordinalidad, o lo que es lo mismo, si soy el tercero que más paga, debo ser el tercero que más recibe, así de simple, y esto sería de sentido común para cualquier empresa, asociación financiera o sociedad mercantil, pero esto es, trasladado a la financiación autonómica, mantener la misma posición en el ránking por impuestos recaudados per cápita en dicho territorio que el puesto en el ránking por gastos per cápita realizados posteriormente por la Administración General del Estado en esa Comunidad.

El problema radica en que lo que está bien para una cosa no lo es para otra, en una sociedad todos juegan con las mismas reglas que no varían de principio a fin, pero ni España ni sus autonomías, cuando este juego de las autonomías y financiación empezó, partieron del mismo capital, infraestructuras e inversiones pasadas, presentes o futuras. Además nuestro sistema de financiación es solidario por ley y muchos olvidan que esa solidaridad no solo es aplicable según interese a qué comunidad o partido político, por ejemplo nuestro sistema de pensiones o tributación.

Nuestras pensiones, independientemente de lo trabajado o ganado tiene por grupos un límite tope, superado ese límite no cobrarás más si cotizas mas años o ganas más, es un sistema solidario que aunque no exclusivamente, pero sirve por ejemplo, para ir pagando las pensiones no contributivas. Otro ejemplo son las congelaciones del sueldo, para poder mantener ayudas al parado, familias numerosas, y así un sinfín de ellos.

Y sí, señor Vara , el texto presentado por el PSOE en su punto 28.3 nombra el principio de ordinalidad y no, señor Monago, también es cierto que no lo impone, solo lo recomienda, aunque cuando el río suena... suena más en catalán que extremeño.

Sin embargo, con más ordinariez que ordinalidad, contestaría a aquellos que callaron cuando un buen día el Estado quiso llevar a entonces regiones, provincias e islas, la revolución industrial, tecnológica, en transporte, comunicación etc., a base de financiación del esfuerzo de todos los españoles mas la sangre, sudor y lágrimas de solo una parte, entonces no hubo ordinalidad que valga.