El presidente del Consejo de la Juventud de Extremadura, pacense de nacimiento, jerezano de adopción y che de adscripción futbolística, ha protagonizado una singular iniciativa que le ha valido el reconocimiento, reflejado en forma de cálidas acogidas, de los responsables de política juvenil en seis comunidades autónomas.

En tiempos extraños donde parece que hay que demostrar lo obvio, Alías emprendió una singular peregrinación para constatar que los problemas, deseos, intereses y aspiraciones de los jóvenes son los mismos en todas las tierras. A punto de renovar su mandato por otros dos años, y a punto de cumplir 29 años, ha recorrido media Extremadura, las dos Castillas, Madrid, La Rioja y, por último, el País Vasco.

Del periplo se trae una mochila cargada de proyectos para compartir, y la experiencia personal del que ha tenido mucho tiempo para reflexionar en solitario. Por el camino ha ido dejando como reguero un mensaje: "cualquier diferencia puede afrontarse desde postulados de paz, y nunca debe recurrirse a la violencia o la crispación" . Para él no hay vuelta de hoja: "si es más lo que nos une, no tiene sentido insistir en lo que nos separa" . ¿Habrán tomado buena nota los mitineros de final de campaña?

JUAN C. ZAMBRANO