TLta geografía de la droga en Cáceres, no deja de ser un reflejo de la sociedad que construye el problema: de los bares de la Madrila y domicilios particulares de Aldea Moret y las Trescientas al narcochalet del residencial Ceres Golf regido por una aristócrata. Una sociedad, la nuestra, que insiste, por un lago, en el trato vejatorio y mortificante al consumidor que se ajusta a la imagen previamente diseñada de un ser marginado, delincuente, de difícil tratamiento y peor recuperación, sin percatarse de que ese caballo destructor de la droga pueda colarse en cualquier hogar, alcanzar todas las cuna, destrozar la mejor educación y acabar con la más excelente formación universitaria, y por otro, una sociedad excesivamente indulgente con el traficante sin escrúpulo que se enriquece con las sobredosis o con la muchacha que se prostituye en las pensiones de la plaza para conseguir su chute diario, que se lucra de una cierta connivencia social, de unos errores u olvidos judiciales cada vez más habituales, y es objeto de un desatinado reconocimiento económico. El problema y el entorno de la droga suele estar, con frecuencia, empantanado, pero el hecho de conocer bien la geografía es siempre un aval para una salida acertada.

*Filólogo