TAtl margen de que comparezca o no el señor Otegi ante el juez Grande Marlaska , lo que llama la atención del respetable es que desde todos los ámbitos del nacionalismo vasco se eleve unánime la voz amenazadora anunciando que en el caso de encarcelar al señor Otegi (no conviene olvidar que está en libertad provisional con fianza) el llamado proceso de paz se vería seriamente afectado por falta de interlocutores. Y estas cosas no las dicen sólo en la izquierda abertzale sino también en el PNV --el mismísimo lehendakari-- y por supuesto en la siempre dispuesta EA. Y luego ponen el grito en el cielo acusando a la Justicia de estar politizada. Y es como lo del huevo y la gallina: ¿se politiza la justicia pidiendo presuntas responsabilidades penales a Otegi o se politiza al protestar por su más que presunto encarcelamiento?

Da igual; lo que no se debería entender es que partidos serios como el PNV o EA sigan a estas alturas sin asumir la ilegalización de HB --que ahí esta el quid de la cuestión-- y las consecuencias que de esa ilegalización se derivan. No se debería entender, pero lo malo es que se entiende. Otegi sabe perfectamente el terreno que pisa y también lo saben el PNV y EA, de forma que todo esto no es más que ruido para acompañar el famoso y por ahora desconocido proceso de paz . Pueden decir lo que quieran unos y otros, se puede creer --como creemos muchos-- que la Ley de Partidos fue algo que podría ser revisado, pero si estamos en democracia, habrá que admitir que las cosas son como son y que HB es ilegal y el señor Otegi, le guste o no, está obligado a una serie de cosas en su condición de ciudadano por una parte y de ciudadano en libertad provisional por otra. Y esto es así y si la Justicia cierra la ojos, pues que apague la luz el último porque todo carecería de sentido.

Y nos queda el proceso de paz para el que tan necesario resulta Otegi. Cuando alguien sepa algo de tal proceso, le ruego lo comunique al resto de la ciudadanía para alegría de todos.

*Periodista