TEtsta vez otras asociaciones de víctimas del terrorismo se han desmarcado claramente de Alcaraz, presidente de la AVT y convocante por sexta vez de una manifestación contra Zapatero y su proceso de paz . El más explícito ha sido Joaquín Vidal , presidente de la Asociación de Víctimas de Andalucía. Recuerda algo tan obvio que el enemigo es ETA, no el Gobierno. No lo parecía a juzgar por los lemas coreados en la marcha del sábado pasado en Madrid, donde vimos desfilar a Aznar y Rajoy entre gritos de "Zapatero, traidor" y junto a una pancarta que se refería al presidente del Gobierno de la Nación como "cómplice de asesinos". En vísperas, Vidal tampoco se había mordido la lengua: "Mientras la AVT firma convenios con empresas de autocares para llevar gente a las manifestaciones, nosotros firmamos convenios con las instituciones para obtener más ayudas económicas y sociales a favor de las víctimas del terrorismo".

El destinatario principal de la ira de los manifestantes, Rodríguez Zapatero, al día siguiente, estuvo muy respetuoso con los convocantes y con las víctimas del terrorismo, las que asistieron y las que no asistieron a la marcha. Pero sí afeó la conducta del PP por seguir jugando la carta electoral del fracaso del Gobierno en su intento de acabar con ETA dentro de la ley. Otros dirigentes políticos vascos, como el nacionalista Imaz y el socialista López , ya dicen que las víctimas del terrorismo van camino de convertirse en víctimas de la manipulación del PP, por prestarse a participar en este tipo de manifestaciones preventivas . O sea, no porque el Gobierno se haya rendido a ETA, pues eso no se ajusta a la realidad, sino por si acaso.

Ese fue el sentido de la quinta manifestación preventiva de la AVT contra este Gobierno. Es como manifestarse contra la supresión de las pensiones, la legalización de los malos tratos o el uso del polonio 210 contra el adversario político. Nada de eso figura en la agenda del Gobierno Zapatero, que se sepa, pero por si acaso. Hasta la saciedad ha explicado Zapatero que el Ejecutivo nunca pagará un precio político por el fin del terror. Da igual. Rajoy y Alcaraz siguen denunciando el entreguismo y la "política de rendición" de Moncloa. También les da igual que los dirigentes de la ilegal Batasuna lamenten que "el Estado no ha dado un solo paso" o que "el Gobierno se empeña en pactar dentro de la Constitución y así no hay acuerdo posible".

*Periodista