TLte tenían ganas. Era una cuestión de tiempo. El presidente de Endesa era una de las víctimas, de los diez negritos , que había que eliminar del juego empresarial. Lo dijeron los socialistas, Solbes, Sebastián ... antes y después de llegar al Gobierno: al frente de las empresas públicas queremos gente más profesional, o sea, a nuestra gente para controlarlas, que es lo que saben hacer. Manuel Pizarro ha resistido como ha podido varias ofensivas disfrazadas de distintas formas.

Finalmente, los catalanes, vía La Caixa, se harán con el control total de la eléctrica, donde Caja Madrid, su principal accionista, poco ha podido hacer. La jugada está perfectamente diseñada por el ministro de Industria, con el consentimiento del Gobierno, de las autoridades económicas y, por supuesto, del tripartito catalán. Además, ahora les viene que ni pintado. Las relaciones no son especialmente buenas a cuenta de los problemas de la reforma del Estatuto y puede ser un tranquilizador. ¿Por cuánto tiempo? Esto no lo sabemos, pero quizás les anestesie un tiempo, el que necesita Zapatero para decidir qué hacer con este grave problema en el que se ha metido, en el que nos ha metido, y del que hay muchas dudas de que sepa cómo salir. Desde luego, no parece que haya sabido convencer a Rajoy para solucionarlo. El líder del PP tiene muy claro que la única forma de solucionarlo es abandonar la idea de aprobar un estatuto que rompa la unidad de España y los principios elementales que consagra la Constitución.

Veremos si hay reacción posible por parte de Endesa, Caja Madrid o incluso la Comunidad de Madrid. De momento, que se sepa, la OPA es hostil y por la totalidad de la eléctrica. ¿A quién le importa que para ello se haya pisoteado el pensamiento socialista sobre esta materia, sobre todo en lo que tiene que ver con la concentración del sector energético? Pizarro sobraba. Como sobraba Cortina y como sobraba González , aunque éste aún resista. Pizarro al frente de Endesa tenía fecha de caducidad desde que ganaron los socialistas el 14 de marzo, y el asalto catalán a la empresa era cuestión de tiempo. Parece que ya se ha cumplido.

*Periodista