THte recorrido España de Oeste a Este. Setecientos kilómetros de encinas, jara, viñedos, olivos, esparto, plástico y al fin mar. Adelfas y coches desde el calor extremo y la sequedad tirante de escamitas en la piel a la galvana pegajosa de sudor húmedo, preludio gozoso de paseos por la orilla, aperitivos de amistad, familia reencontrada y comidas nostálgicas cuando falta siempre alguien y la presencia cantarina de mejillitas lustrosas, pocos dientes y media lengua sustituye a la ausencia dulce de los que no volverán. Ya están aquí las tardes soñolientas de siesta, deporte, apuestas y risas, las cenas de chiringuito, vino blanco y helado de vainilla, las frescas tertulias nocturnas con los hijos que cada vez se van más tiempo y vuelven menos. El levante andaluz nos acoge luminoso, húmedo, azul y oro. La playa virgen, salvaje, inocente y pobre de mi inocencia olvidada es ahora un litoral hoyado, urbanizado, corrompido y ricachón, pero aquí está el mismo ciego sol de Campos de Níjar, la misma espuma risueña, el Mediterráneo eterno chisporroteando en calma con miles de diamantes en su grupa, añil intenso a media tarde, azul oscuro casi negro por la noche, sonriente con Poniente, verdoso, turbio y enfurecido con Levante. Mientras mi sobrino espía entusiasmado a través de los prismáticos las luces lejanas en el negro océano, las lanchas de asistencia marítima, el helicóptero, pregunto: Pero ¿cómo siguen viniendo a España? --Les engañan-- dice mi tío, --les sacan un dineral, y fíjate lo que se encuentran--. Contemplo a mi madre, flaquita y transparente, más menuda año tras año, sus nietos bulliciosos alrededor y vuelvo a mi niñez sin pateras ni lanchas de salvamento ni helicópteros y el mismo mar oscuro, claro, tibio, refrescante, acogedor o amenazante. Y aunque me he dejado en Cáceres el coche averiado, la tarjeta de crédito perdida y la nómina mordida sin remedio doy las gracias como cada agosto al dios del eterno retorno por mi madre, mis hermanos, la tierra donde nací y mi infancia gozosa aunque fugazmente recuperada.