WEwl barrio cacereño de Aldea Moret ha sido escenario de un hecho espeluznante: el cadáver de una mujer apareció emparedado en el que había sido su domicilio. Su hermano y la pareja de éste han sido acusados de la muerte de la mujer, que pudo producirse en diciembre pasado, y de su posterior emparedamiento hasta el pasado jueves, cuando la policía rescató el cadáver. Preguntado el presunto autor de estos hechos por qué hizo un nicho para su hermana en una de las habitaciones de la casa, éste ha contestado que temía que les quitaran el piso que habitaban, cuyo titular era la fallecida... Otra vez un crimen y, tras él, una historia de marginación. Hace apenas dos meses, Aldea Moret volvió a ser escenario de otro hecho tristísimo: la muerte de una mujer portuguesa, Beatriz Oliveira , toxicómana y enferma en estado terminal que murió en su casa porque no tuvo fuerzas para sofocar el incendio que terminó matándola. Estuvo 14 días sin comer, abandonada por todos. En esta situación no es extraño que los vecinos quieran que algunos pisos del barrio sean derribados. Aldea Moret en Cáceres, Los Colorines en Badajoz. Nombres del fracaso de una sociedad y de unas administraciones que no logran hallar la solución, no a los crímenes, sino a la marginación que los alientan.