Como, pese a las periódicas proclamas de unidad, Iglesias va por libre y no pierde ocasión de poner su propio huevo para hacerse notar, estrategia que pretende dar visibilidad a su partido pero perjudica la imagen del gobierno de coalición, prefiero creer que Sánchez fue sincero en su tregua con Ayuso y que quiere aparcar las diferencias y cesar en los reproches para al fin ofrecer algo útil y positivo y no solo el estado de alarma. Aunque me cuesta creerle tras ver a Lastra entendiendo la indignación de los pobres y la convocada manifestación contra Ayuso, porque la transmisión en Madrid es comunitaria. Como si antes no lo hubiera sido en Aragón y en Cataluña o en el País Vasco. Y aunque me siga pareciendo mentira que la única alternativa sea una medida limitadora de libertades en lugar de todas las propuestas hechas una y otra vez por los expertos, la última ayer por la mañana y que incluyen ante todo una evaluación de lo que ha ocurrido, que sería bueno depurar responsabilidades, aunque no quiera el teniente fiscal del Supremo, para detectar los fallos y ponerles remedio.

Así también en esta ocasión, un día después de que el presidente afirmara que la presidenta de Madrid y él luchan unidos contra la epidemia, carga Iglesias contra Ayuso, atiza el fuego demagógico y demuestra otra vez y ya no sé cuántas lo que significa para él la lealtad al gobierno que vicepreside y al reino de España, que, por mucho que le moleste, es constitucionalmente el régimen que tiene nuestro estado.

Porque el líder de Podemos, como presidente de su partido podrá legítima y democráticamente trabajar por la república, pero no como miembro del Gobierno. Que declare una y otra vez que su objetivo es acabar con la monarquía, que se invente un debate prácticamente inexistente porque dice él que está en la calle, que fuerce a Tezanos a preguntar por lo que a pocos importa y todo eso en un momento en que debería estar arrimando el hombro por España y no el ascua a su sardina es lo que lo convierte en un político innecesario. Menos para Sánchez.