WDwe nuevo salta a las primeras páginas el modelo de financiación autonómica que propone el gobierno de la Generalitat de Cataluña. Si el pasado día 7, el presidente Pasqual Maragall dijo en Madrid que había que poner un tope a la solidaridad entre las regiones, ahora es su gobierno el que oficializa la propuesta y pide un sistema en el que Cataluña recaude todos los impuestos y ceda al Estado el 50%. La respuesta la dio ayer, en nombre del Gobierno, el presidente Rodríguez Zapatero y el vicepresidente económico Pedro Solbes . Ambos manifestaron que cualquier cambio en la financiación autonómica debe exigir el consenso de todas las autonomías. Una respuesta lógica y pertinente, que se aleja y entra en contradicción con la promesa del jefe del Gobierno de que aceptaría la propuesta de modificación estatutaria que se aprobara en el Parlamento catalán, la cual, muy probablemente, contenga la idea de financiación ahora rechazada. ¿Qué va a ocurrir? ¿Qué defenderá Zapatero cuando llegue ese momento? Por lo pronto, la Junta, cuya posición en torno a este asunto es clara aunque ayer Rodríguez Ibarra optara por dar una respuesta ´de baja intensidad´, confía en que el presidente garantiza la cohesión. Ojalá lo haga también en el futuro.