No fue el más vitoreado en la alfombra roja del Palacio de Congresos pacense, pero Pablo Guerrero , que ayer recibió el reconocimiento a ´Toda una vida´ en los premio de la Música, subió como ninguno la temperatura emocional de muchos de los asistentes a la ceremonia. Guerrero es, nada menos, que "una piedra de silencio donde el canto florece", como lo definió Luis Pastor.