Dramaturgo

Mi amigo y maestro, Francisco Sansón, ha recibido con justicia la Encomienda de Alfonso X el Sabio por su años de servicio dedicado a la enseñanza. Lo de "la enseñanza" es un concepto que se queda pequeño cuando hablamos de Paco Sansón, porque lo suyo, lo que verdaderamente le ha ocupado toda su vida laboral ha sido algo más amplio, algo más sutil que enseñar conceptos, materias y temas. Ha estado 44 años dedicados a la educación en toda la extensión de la palabra, a la educación de alumnos y profesores, a facilitar la formación de equipos de trabajo que renovaran, al hilo de los tiempos, la forma de llegar al corazón y a la mente de los chavales. Paco Sansón ha estado, además, dedicado a tiempo completo a algo que va más allá de su trabajo como educador y director de un colegio, ha estado dedicado a Extremadura, a potenciar nuestra conciencia regional, a divulgar nuestros valores, a propiciar que un acontecimiento como "La Semana de Extremadura en la Escuela" naciese para ser el aldabonazo de algo que hoy, cuando está asentada nuestra autonomía, es una realidad palpable: "Extremadura existe". Personalmente estoy en deuda con Paco porque él me enseñó a ser maestro. Junto a él hice unas prácticas que nunca olvidaré y en las que aprendí mucho más que una didáctica. En aquel colegio Guadalupe de Badajoz, con compañeros con Miguel Caballero, Antonio Regalado, Miguel Lucas, Paco Ramos, Julio Fernández, etcétera y con Paco Sansón aprendí y amé mi profesión de maestro y, también, empecé a ser autor de teatro. ¿Te acuerdas Paco de aquella mi primera obra Arlequín y el corazón perdido con la que ganamos un premio de teatro infantil? Enhorabuena y gracias, Paco.