XAxlgunas de las refinerías que operan en España llevan funcionando 50 años y no existe ni un solo estudio que avale que su actividad haya podido afectar negativamente a la salud de sus vecinos. De hecho, un informe epidemiológico de las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha demuestra que los parámetros de enfermedades infecciosas, respiratorias, cáncer y demás en Puertollano es similar a la media de esa comunidad.

Y con respecto a la agricultura, no seré yo quien hable. Aprovecharé para relatar el testimonio de alguien que, por experiencia propia y conocimientos, tiene más autoridad para emitir juicios. Se trata del secretario general de Agricultura y Alimentación del MAPA, Josep Puxeu , quien en una reciente visita a Extremadura y a preguntas de periodistas, sostuvo que refinería y viticultura pueden convivir sin problemas siempre y cuando las cosas se hagan bien y se cumpla la legalidad vigente. Puxeu explicó que su familia tiene una bodega "a menos de 20 kilómetros de cuatro centrales nucleares y de la mayor planta de Repsol en España" y no sólo no tienen problemas (ni de imagen, ni con la contaminación) sino que, además, venden sus vinos "bastante bien de precio" y viticultura e industria conviven, además, perfectamente en esta zona con el sector turístico. Era el propio Puxeu quien recordaba, en esa misma comparecencia, que vinos del Ródano, en Francia, "están pegados a todos los complejos petroquímicos del sur de Lyon y del norte de Avignon" y son, según recordó,"probablemente los vinos más caros del mundo".

Al final de lo que se trata es de que sectores que son dinámicos y de progreso convivan, por el bien de la sociedad y, para eso, la clave está en pactar las reglas de esa convivencia y eso, precisamente, es lo que defendemos los del sí con garantías , frente a aquellos que consideran que una comarca es su coto exclusivo .

Sin embargo, hay quien sostiene que Extremadura no necesita una refinería y no puedo evitar preguntarme (y conmigo todos aquellos que apoyan la iniciativa) exactamente qué parte de Extremadura es la que está tan sobrada de recursos y riqueza como para poder permitirse despreciar tamaña inversión. Supongo que aquella que tiene la vida resuelta, o la que busca perpetuar un status quo que, personal o sectorialmente, le beneficia. También, claro está, se encuentran los que creen que podrían sacar tajada --¿política, económica?-- frustrando esta iniciativa. Eso sí, todos ellos utilizan sus coches y todoterrenos parra desplazarse a sus trabajos, a sus momentos de ocio e, incluso, paradojas de la vida, a los actos en contra de la refinería. Y ese sencillo gesto de arrancar los motores de sus turismos, por sí sólo, encierra la principal justificación a esta iniciativa.

Los coches son una realidad ineludible hoy, y los derivados del petróleo con los que se alimentan también son una evidencia insoslayable. Expertos tan libres de sospecha como el director general del Centro Nacional de Energías Renovables de España (CENER), Juan Ormazábal , reconocen que "ninguna fuente de energía puede sustituir con la misma capacidad e intensidad energética a los combustibles fósiles". Es por eso por lo que, pese a que en 30 años de relajo ninguna petrolera ha invertido en refino, ahora todas proyectan grandes ampliaciones e, incluso alguna, construir nuevas refinerías aunque, eso sí, en Marruecos, donde los controles medioambientales y las exigencias legislativas son mucho más laxas. Sin embargo, no escuchamos a nadie levantar su voz para protestar por esos proyectos. En ocasiones da la impresión de que una refinería es buena en cualquier sitio menos en esta región, y no podemos evitar preguntarnos por qué.

Nos guste o no, los combustibles derivados del petróleo seguirán teniendo un protagonismo evidente en nuestras vidas y en las de nuestros hijos. Claro está que, entre tanto, se deben hacer los esfuerzos necesarios por desarrollar energías alternativas, cuanto más limpias, mejor. Nadie se opone a las renovables. Pero, hasta entonces, ¿qué hacemos?, ¿paralizamos nuestro desarrollo? Porque a fin de cuentas eso es lo que supone la refinería para esta región: desarrollo, crecimiento e industrialización sostenible. Se habla mucho de los biocarburantes como alternativa limpia en la que invertir frente a la refinería, pero lo que no se suele decir es que para obtener esos biocarburantes es preciso utilizar productos refinados procedentes del petróleo. Es evidente que si en Extremadura hay una refinería el potencial para producir biocombustibles se dispara, ¿no creen?

Sinceramente, desde las plataformas a favor de la refinería (y de cualquier iniciativa empresarial e industrial seriamente planteada) estamos convencidos de que este proyecto, sin ser por sí solo la panacea --que estaría más en un esfuerzo colectivo que en una única iniciativa privada--, beneficiará a todos los extremeños, en general, y a los vecinos de la zona, en particular. Para tal afirmación partimos de un hecho indiscutible: la normativa se cumplirá. Esto, que es una obviedad, conviene ser recordado porque conlleva implicaciones de respeto al entorno que muchos parecen querer olvidar.

*Portavoz de PRODEVI (Plataformapor el Progreso y Desarrollode Villafranca)