WLw a propuesta de Carmen Heras, alcaldesa de Cáceres, de llegar con el Partido Popular a "un pacto de Estado" --como a ella le gusta llamarlo--, en aspectos puntuales como la aprobación del Plan General Municipal, la candidatura del 2016 a capital europea de la cultura o la financiación local, parece de entrada un buen gesto de la mandataria municipal que quiere con ello consensuar con el principal grupo de la oposición los asuntos de gran trascendencia para la ciudad y siempre en aras del bien común.

Pactos de este tipo se han suscrito en otras comunidades autónomas e incluso el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el líder de los populares extremeños, Carlos Floriano, alcanzaron al inicio de legislatura acuerdos en materias generales sacrificando los supuestos de máximo de cada uno de ellos para intentar llevarlos a puntos en común.

Sin embargo, pese a la buena voluntad de la alcaldesa de Cáceres, parece que sí cabe una reflexión en torno a este asunto, que seguro dará mucho qué hablar en los próximos días. Y esa reflexión no es otra sino la especial y casi siempre sobresaltada situación que vive el gobierno de Heras, abocada a un pacto con Izquierda Unida y Foro Ciudadano, y que garantizó hace poco más de un año su gobernabilidad en el hemiciclo cacereño.

"La situación política en el ayuntamiento es la que es", reconoció el viernes la propia alcaldesa. Y es que Heras ha firmado, por un lado, un pacto con Foro Ciudadano que a principios de julio pasado su portavoz, Felipe Vela, suspendió, aunque ahora han acercado posturas tras la evidente disposición de la alcaldesa por sacar adelante cuestiones defendidas con ardor por su socio de gobierno, como el Proyecto Intramuros para la ciudad monumental o la construcción de un centro de ocio en el ferial.

Por otro lado, el PSOE tiene frente a él a un Partido Popular que nunca ha visto con buenos ojos la formación del tripartito y que ha cuestionado una y otra vez la política desarrollada por Carmen Heras al frente del gobierno municipal. Y aunque en iniciativas como el 2016 o la financiación local ambos grupos parecen estar más cerca, no ocurre lo mismo con el Plan General, de cuyo documento quedarán fuera la Operación Corte Inglés y el centro de ocio.

Y esto, el PGM, parece la barrera más dificil de saltar en este presumible pacto. Y lo es, entre otras razones porque el PSOE ha pactado de entrada con un grupo político, IU, cuyo portavoz, Santiago Pavón, ha mostrado en reiteradas ocasiones su negativa a un plan general que a su juicio beneficia a los promotores y propietarios de suelo y no defiende el interés general. Y precisamente eso, el interés general y el sentido de responsabilidad de todos los grupos que conforman la corporación y no otra cosa es lo que debe mover este Pacto de Estado.