Extremadura recibió ayer la visita del expresidente del Gobierno, Felipe González , el hombre que dejó la Moncloa hace ya 17 años pero cuyas palabras siguen pontificando, aún más hoy, inmersos como estamos en una crisis económica e institucional sin precedentes en nuestro país. Llegó Felipe a Extremadura invitado por el presidente del Gobierno autonómico, José Antonio Monago , para asistir al primer acto de 'Invest in Extremadura', un Foro de Innovación que pretende poner en valor las capacidades de la región y su evidente atractivo para inversores.

La asistencia de Felipe González coincidió con la publicación de las cifras del paro y su descenso en 4.000 personas en Extremadura, la mejor serie histórica para la región desde 1996, un dato que resaltó Monago a sabiendas de que hay que seguir trabajando para ganar cuanto antes tan dura batalla. Por eso durante este encuentro el presidente extremeño reclamó un gran pacto de Estado, al estilo de 1977, que venga a solucionar los graves problemas que padecemos.

Monago fue claro ayer al defender sin dobleces un nuevo consenso, una unión de los partidos en pro del bienestar del territorio. Recordó el presidente que las ideas son más importantes que las ideologías y las personas más importantes que los partidos. Y fue claro al aseverar que "la unión de hoy será el progreso de mañana". No le falta razón al mandatario extremeño cuando advierte que nadie puede superar solo esta crisis y que se hace imprescindible elevar el nivel del debate, un debate con sentido de Estado, un gran pacto nacional.

Fue la misma idea que lanzó durante su intervención Felipe González, que manejó el verbo solo como un hombre como él sabe hacerlo. Aseguró González que España necesita un consenso. Es cierto que ante esta emergencia nacional hay que ponerse de acuerdo y analizar cualquier buena idea puesto que "el patrimonio de las ideas no pertenece a nadie". Por eso insistió en que si no hay dinero hay que mover la inteligencia, la audacia y el acuerdo para facilitar la vida a los empresarios porque los empresarios crearán empleo.

Así que la visita de ayer a Extremadura tiene un gran valor ya que las palabras de Felipe y de Monago fueron pronunciadas ante un foro que congregó a empresarios, sindicalistas, autónomos y líderes de opinión. De manera que quedarse solo con el continente de si es Monago, un líder conservador, el que invita a González, el tótem del socialismo es España, no deja de ser una frivolidad. Lo importante aquí es el contenido: las ideas no las ideologías, las personas no los partidos, los pactos... para que la situación de emergencia que sufre este país deje de ser un hábito que no conduce más que al desastre.