Quiero expresar la rabia que siento contra Hacienda, que cada año me castiga pagando más mientras las grandes fortunas se escapan con su dinero sin pagar ni un duro. Hasta ahora había estado trabajando en dos sitios a la vez para conseguir un sueldo digno, de 1.000 euros, si puede considerarse como tal. Trabajo para comer y pagar una hipoteca, pero ni tan siquiera puedo plantearme tener hijos. En mi declaración de este año le debo a Hacienda 1.300 euros, es decir, más de lo que ganaba en un mes. Es una vergüenza que siempre paguemos los mismos y no se tengan en cuenta las circunstancias personales de cada uno, porque yo no trabajé en dos sitios a la vez con un sueldo de 2.000 euros, sino para que los dos puestos de trabajo me dieran un sueldo mínimamente decente de 1.000 euros. Sin embargo, los ricos no son penalizados y encima se quejan de no querer pagar más impuestos. Escuchamos en las noticias que nuestras autoridades están preocupadas por los jóvenes, por su futuro y por el panorama laboral, y yo me pregunto si es verdad, porque si así fuera no pasaría esto. No debería pagar más de lo que gano y ni tan siquiera debería tener este disgusto pensando en como pagar mi deuda. He ganado mi dinero dignamente y con el sudor de mi frente para poder vivir, mientras un gran grupo de aprovechados siguen libres de impuestos, viviendo con total impunidad y defraudando. ¿Esto es lo que importamos los jóvenes y la sociedad en general? No me creo nada ya de este país. Y encima me hacen pagar como máximo en dos plazos. Quizá tenga que quedarme sin comer para pagarles a ustedes señores, pero es que ese dinero que pago ni tan siquiera me beneficia, porque ni me ofrecen ayudas para ser madre ni para estudiar. Voy a seguir pagando a esos ladrones, bancos incluidos, para rescatarles por sus crisis financieras. Eso sí tiene gracia.