TTtriste condición la del que tiene que mantener su posición aún sin merecerlo! Catalanes y alemanes, hundidos por el peso de su prestigio --y también de su avaricia-- han protagonizado en pocos días sendos, paralelos y lamentables episodios de egoísmo, insolidaridad, soberbia, ínfulas y miedo a su electorado. No somos pigs, no somos charnegos. Que los españoles trabajen más, exponía con autoridad Merkel . Que les quiten el PER en Extremadura, reclamaba Durán . Los alemanes somos previsores, trabajadores, dignos de confianza. ¿Cómo me puedo encontrar con una bacteria letal, y no tener ni idea de dónde ha salido?, medita Cornelia , yo, que, como buena teutona, debería tenerlo todo previsto. Echemos la culpa a los españoles, esos que antes eran unos locos bajitos y han crecido demasiado, los nietos de los emigrantes, que tan bien nos sirvieron. Mejor a sus pepinos que a nuestras salchichas. Siglos y siglos de historia irrenunciable, industria, superioridad económica, intelectual, estructural, cívica y cultural nos avalan. ¿Cómo es posible que no nos cuadren los números?, rumia Mas-Colell , a nosotros, los de las mejores carreteras, fábricas y cabezas. Culpemos a los extremeños, esos atrasados incultos que viven a nuestra costa, que gandulean mientras llenan sus panzas con el PER. Esos mal nacidos que no reconocen nuestra generosidad? ¿Me creen injusta? ¿Revanchista, tal vez? ¿Juzgo intenciones? ¿Soy sarcástica? ¿Se ha disculpado algún alemán? ¿Algún catalán quizá ha desautorizado al conseller? Estos del Norte europeo o español, por mala intención o caduca ignorancia, postulan con prácticas y palabras algo similar al título de la canción pop: que lo paguen los feos. Condicionan mantener su privilegiado estatus y su futuro bienestar a recortar, aunque sea a fuerza de calumnia y egoísmo, el de los lejanos ciudadanos a los que en su fuero interno parecen considerar inferiores. Algunos lo reconocían sin pudor, como Durán "¿Qué quieren, que seamos gente pobre?". Y mientras Rubalcaba se reúne con Mas , Merkel torea a ZP .