Hace unos días, un programa de radio invitaba a los oyentes a llamar para nombrar los inventos que creyeran ser más importantes. Entre muchos inventos se mencionó la palabra.

La palabra, al igual que el fuego y la rueda, son inventos que ya estaban inventados, sólo había que descubrirlos. Y la palabra fue descubierta, pero no sólo por una persona, ni en un sólo lugar. De ahí las distintas lenguas que existen en el mundo.

Achaca, el octogenario escritor don Eliseo García , a esa dispersión del remoto invento, ser la causa de que a él y a un amigo escritor chino suyo tengan que traducirles terceras personas sus escritos para que ellos puedan leerse mutuamente. Don Eliseo piensa que una de las mejores cosas que le podría ocurrir a la humanidad, después de acabar con la pobreza, las desigualdades sociales y la polución, es hablar y escribir un mismo idioma. Pero no todo el mundo piensa como él. Dice don Eliseo, que algunos, incluso utilizan los idiomas para desconectarse de otros y evitar hilos de comunicación.

Me cuenta don Eliseo, que hace dos semanas vino a pasar unos días a su casa un sobrino suyo vasco y la mujer de éste. Los mismos días, mi amigo Carlitos García , nieto del viejo escritor, acogió en su casa al padre, viudo e inglés, y a la madrastra, rusa ella, de Lisa , su amada inglesita con ojos de color dulce miel. Un día se reunieron todos a comer en casa de los padres de Carlitos, y don Eliseo pudo comprobar sorprendido que su primo vasco y la mujer de éste hablaban en euskera y apenas pronunciaron una palabra en castellano durante la velada, mientras que su invitado inglés y su invitada rusa, se esforzaban en comunicarse en un castellano precario, pero lo suficientemente inteligible para mantener una grata conversación y conocerse.

No entiende don Eliseo por qué algunos bilingües españoles intentan hablar lo menos posible el castellano, e incluso anularlo de su entorno.

Dice el anciano escritor que la palabra es un extraordinario invento, tan paradójico que lo mismo sirve para elogiar que para ofender.