Chapuza. Así denominaría yo la última hazaña que la Junta de Extremadura quiere llevar a cabo en Cáceres. Esta no es otra que la ampliación del auditorio y así obtener un híbrido entre palacio de congresos y auditorio. En otras palabras, que no contaremos ni con una cosa ni con la otra.

Según la Consejería de Cultura, dirigida por Francisco Muñoz, este proyecto "pone de manifiesto el compromiso de la Junta con la candidatura de Cáceres a Capital Europea de la Cultura en 2016", el cual no niego, pero en mi humilde opinión creo que es un compromiso a medias. Y digo a medias por no decir condicionado por las cercanas elecciones del 2007, porque si el compromiso de la Junta con Cáceres y su candidatura fuese fuerte y fiable no dudarían en realizar un verdadero proyecto que cubriera las necesidades de esta ciudad. Ciudad que acoge el mayor número de congresos de toda la región y podría acoger un número mayor si contase con proyectos similares a los ya ejecutados por el Gobierno extremeño en ciudades como Mérida, que cuenta con un palacio de congresos en funcionamiento, Badajoz que está a expensas de inaugurar el suyo, o Plasencia, con un proyecto elaborado para comenzar la construcción.

Pero además de la candidatura de Cáceres 2016 y las limitadas posibilidades que ofrece el Complejo San Francisco, lugar habitual de celebración de los congresos, la capital cacereña merece unas inversiones coherentes y no ser la destinataria del capricho ahorrativo de unos políticos, cuyo fruto será la discriminación de unas ciudades frente a otras y a la larga la creación de extremeños de primera y de segunda.

Dejando a un lado estos argumentos, los cuales son bastante sensatos, no entiendo cómo un consistorio tiene este tipo de ideas, que seguramente procederán de la sociedad de la imaginación, ya que este proyecto es como ponerle canastas al estadio Santiago Bernabéu o una red al circuito de Jerez, un disparate. Si finalmente la Junta de Extremadura mira hacia otro lado para no ver las verdaderas necesidades de Cáceres, los cacereños no podremos presumir de palacio de congresos ni de auditorio, pero sí podremos incluir en nuestra oferta turística un bono-descuento para asistir a la celebración de congresos y a los ensayos de las actuaciones. JOSE ANGEL SANCHEZ JULIA. Cáceres