TStalgo de contratar al despacho de mi cuñado para que me den el Nobel de Literatura 2005 y mi señora me llama porque dicen mis vecinos que los papeles de la última junta en la que se acordó llevarme al ostracismo por dramaturgo y sicofante, están en nuestro domicilio dentro de una caja de Cola-Cao. Anda como loca revolviendo cajas y cajones porque los vecinos no dejan de llamar al portero automático: "¡Queremos los papeles! ¡Sicofante, dramaturgo! ¡Bob Wilson de segunda B!". Salgo del despacho de mi cuñado el abogado después de contratarlos para que influyan en la Academia de Suecia: "Si no te importa, primero influiremos en la Academia Europea de Yuste y luego... con unos euros más...". Son todos iguales. Bufetes prestigiosos que no se fían de mi currículum y como me ven de Badajoz, obeso y con gafas, no se creen que mi teatro conceptual tenga derecho al Nobel. "Déjate de contratar bufetes y dime de una vez dónde están los papeles de la junta de propietarios, porque van a acabar quemándonos el portero automático".

La vida es dolorosa y creo que vivo en un aeropuerto (como dice "Proserpina") y pienso que Badajoz no da más hombres ilustres porque es una ciudad incapaz de superar las juntas de propietarios. "¿No creeis que mi teatro, escrito con las palabras de las sin palabras, con las razones de las sinrazones y la tensión dramática de Sevillana-Endesa, no merece un Nobel o un Príncipe de Asturias?". Me dice mi cuñado que lo de los papeles de la comunidad podría enturbiar lo de mi medalla. "Es que te acusan de sicofante y dramaturgo. Y en la Academia de Yuste, en la de Extremadura y menos en la de Suecia, no hay plazas vacantes para tipos así".

*Dramaturgo