Además del acuerdo entre el Gobierno y a los agentes sociales sobre pensiones, políticas activas y negociación colectiva, esta semana dos noticias reveladoras irrumpen en la prensa: los parados superan los 4.200.000 personas y el BBVA aumenta sus ganancias un 9,4% en el 2010. La banca siempre gana, ya lo decía el Monopoli, aunque sea en parte culpable de la situación actual.

Los que somos inconsistentes e incoherentes, débiles e insulsos, incautos e imprudentes, callamos ante esta situación. La amnesia ha hecho mella en nosotros. Miles de familias en la total miseria, --cada día más--. Sumadas en la desesperación de perder todo aquello por lo que han luchado años atrás, ya no les llega la vista, ya no conciben este mundo. La despersonalización, la ausencia de conciencia social, la superficialidad globalizada, la materialización hecha persona. Desgraciadamente, ya no deja impronta en nosotros.

El aumento de la violencia de género y su efecto llamada, la crítica destructiva, la vertiginosa crisis, el aumento de la edad de jubilación, las cuentas que no salen,--no salen--. Nuestra lucha interna, la actuación estelar de la ira. Rabia, consternación, apatía y depresión dan paso a la sumisión y a la nostalgia.

Una fuerza interna nos puede dar el empujón para educar en libertad a nuestros hijos, en los valores en el respeto de la dignidad humana, en que plasmen sus sentimientos en sus actos, en que luchen por un cambio, en que actúen con consecuencia y responsabilidad. Y, así y si los dejan tendremos una generación de personas capaces de coger el toro por los cuernos, capaces de enfrentarse a todo y a todos.

Nieves Villar Fresno **

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