Yno lo digo yo, la culpa de que en España el virus haya atacado con más fuerza, radica en la línea recta donde se alinean Nueva York, Teherán, Pekín y España, es decir, en el paralelo. Parece ser que eso de «ni demasiado frío ni demasiado calor» influye en el virus, según alguna fuente oficial, aunque igual que mientras en España nos quitamos la camiseta, en Nueva York se pongan los abrigos. Por supuesto nadie se había percatado de tal coincidencia, ni la OMS, ni Fernando Simón, ni Frank de la Jungla, que el paralelo 40 es el culpable de todo o de casi todo, porque Grecia y Portugal también se encuentran en el paralelo 40, debe ser que allí se preocupan más por marcar trazos meridianos que marcar trazos paralelos.

No es la primera vez que la Geografía e imagino por la explicación, que los vientos o ventoleras, sirven de explicación para más de uno. Con anterioridad ya se dijo que los cuatro puntos cardinales podían influir, según estuvieras más al este que al oeste. El problema es que también Grecia está más al oeste que España. La cosa no queda ahí, tal es la obsesión por culpar a la localización geográfica del «virus del demonio» que la izquierda culpa la derecha y la derecha culpa a la izquierda. Pero hay quien va más allá, y diferencia hasta por barrios, los barrios altos y los barrios bajos, los altos que usan palos del número 1 y los bajos que usan escobas, o era al revés, bueno, depende de la cadena o el medio que emitiese la noticia, según esté al este o más al este.

En definitiva, meridianos y paralelos son líneas geográficas imaginarias que nos sirven para orientarnos, y como líneas imaginarias que son cada uno es libre de imaginar dónde está lo meridiano y dónde lo paralelo. Si ayer justificaba la libre voluntad del pueblo a mano han sido ilusos al manifestar su malestar en libertad y democracia, y hoy lo critica, o al revés, basta con cambiar los paralelos y los puntos cardinales de este a oeste y viceversa según le convenga, como es imaginaria.

Todo esto que le suena a broma no lo es por desgracia. Las cosas no se han hecho bien y para no entrar en reproches, al menos no tan bien como nuestros vecinos lusos que no ilusos, por ejemplo, estando ambos en el paralelo 40 y separándonos a algunos un río, no el Himalaya. Es lógico que muchos quieran mostrar su enfado, igual que lícito sería para quien quisiera mostrar su apoyo, pero no buscar enfrentamientos callejeros, aunque alguno los defendiera hace muy poco, eso sí es para «lelos» aunque algunos nos tomen por ello.

El problema no está en el paralelo 40, ni en el este o el oeste, la izquierda o la derecha, está en el respeto a las libertades de todos en cualquier momento y lugar.

*Maestro.