Según el Ministerio de Trabajo, el paro creció en enero en la región en más de 2.700 personas, un 3,60%. Es un dato calificado de preocupante por todos (Junta, partido de la oposición y agentes sociales), y del que solo es un triste consuelo que en el conjunto de España el desempleo haya crecido, en proporción, casi el doble que en Extremadura.

Según el comportamiento de los distintos sectores productivos, a diferencia de España, el aumento del desempleo en la región no se debe a la construcción (donde se registraron 115 parados más que en diciembre), sino al sector servicios, de donde proceden casi el 90% (2.400 personas) de los nuevos desempleados, debido a que han finalizado y no se les han renovado los contratos relacionados con diciembre y las fiestas de Navidad.

Esta circunstancia viene a mostrar que buena parte del comportamiento del mercado de trabajo en la región es estacional; por tanto, es débil. De ahí que sean acertadas tanto las conclusiones de UGT de que el problema del paro en la región es el problema ´de la estabilidad del empleo´ en la región, y de CCOO, que viene insistiendo en que la mejora en las tasas de actividad vendrán por el impulso de las políticas industriales, capaces de generar empleo permanente.