TCtONCLAVES . La celebración en estos meses de asambleas y congresos en PSOE y PP está ofreciendo a los ciudadanos extremeños imágenes contradictorias respecto a la manera de entender la democracia que algunos exhiben en declaraciones públicas de demostración de poder, con notable desconsideración a la opinión que puedan tener las bases de los partidos a los que representan. Siendo esto un mal ejemplo, que lleva aparejado el más absoluto desprecio a la democracia interna, resulta mucho más despreciable cuando pasa a afectar directamente al gobierno de las instituciones.

PLASENCIA . Los enfrentamientos públicos entre las diferentes sensibilidades del PSOE, representadas por personas físicas con nombres y apellidos, está llegando a la línea de flotación que equilibra el normal funcionamiento del ayuntamiento de aquella ciudad. No se está dando el respeto debido a los resultados de una elección democrática, que llevó a la alcaldesa hasta la máxima dirección de su partido, y ahora, quienes perdieron la pelea dentro del partido, pretenden utilizar el escenario de la institución para vender cara su derrota. El resultado, la paralización de proyectos que perjudicarán a la ciudad y sus vecinos.

POPULARES . El PP espera sentado. Si mal estaba la situación con el PSOE gobernando, desde la debilidad de una victoria mínima en las últimas elecciones, mejorada por la fractura de un PP más dividido aún, ahora las tornas están cambiando y mientras el PP se recompone, Carlos Floriano participa en la contienda y dice: todos quietos. Que sigan gobernando, a sabiendas que la nueva minoría socialista no podrá hacerlo ni bajo los mínimos con los que venía actuando. El PP está dispuesto a esperar a ver pasar el cadáver del contrario. Y mientras el contrario agoniza, de Plasencia ¿qué? Plasencia no merece estos comportamientos políticos.

*Periodista