TCtuando uno es padre no deja de hacerse preguntas sobre cuál será el futuro que les espera a sus hijos, y fundamentalmente siempre se utiliza el presente como referencia, para, en la medida de lo posible, mejorar en el futuro.

El presente que en estos días los medios de comunicación nos relatan no es nada halagüeño. Estos, se han hecho eco de una serie de noticias acerca del uso del móvil por los jóvenes y de cómo esta herramienta sirve para difundir unas imágenes profundamente violentas, y con un efecto de perversión sin precedentes que, si no comenzamos a tratar, se convertirá en una fórmula sencilla y al alcance de cualquiera para crear y fortalecer canteras de violencia y de gentes sin escrúpulos.

Ahora sólo cabe preguntarse las causas o los motivos por los que la juventud normal cae en este tipo de tentaciones, el porqué el móvil se ha convertido en el útil de compañía más demandado y un artilugio al que los jóvenes le otorgan mayor peso en la escala de valores sociales y todo ello --y aquí está para mí lo más preocupante-- bajo el consentimiento de unos padres que en nombre de la modernidad y de la tolerancia permiten demasiadas concesiones a quienes aún no tienen la madurez suficiente para afrontar ciertas responsabilidades.

Como se suele decir "nos estamos pasando de la raya" y el camino que se vislumbra para el futuro se torna, cuando menos preocupante. Al menos quienes, por un lado tenemos la misión de educar en valores y de conducir hasta la madurez a aquellos que nosotros hemos querido dar vida; y por otro, los que desde su posición en la sociedad tienen la posibilidad de articular mecanismos de defensa ante situaciones similares, debemos empezar a trabajar en atajar el problema. Los primeros no fomentando el uso del móvil de manera indiscriminada y sin control entre los adolescentes; los segundos sometiendo a la aprobación de todos los grupos parlamentarios un reglamento de uso de este tipo de tecnologías y una serie de medidas correctoras que nos permitan controlar, democráticamente, estos focos emergentes de violencia. felipe.sanchez.barbaextremadura.es

*Técnico en Desarrollo Rural