La Constitución Europea que los españoles votaremos en referéndum el 20 de febrero supone un paso sin precedentes para defender una idea de Europa cimentada en la concepción de un espacio para la defensa activa en el mundo de la paz, la libertad, el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la justicia social, la lucha contra el hambre, la protección del medio ambiente y un nuevo orden internacional que ponga fin a las guerras preventivas y a los conflictos entre regiones del mundo. Un modelo muy ambicioso, que supera la noción de Europa como la zona más avanzada económica y socialmente del mundo para convertirla en un lugar capaz de impulsar proyectos de paz y solidaridad en el concierto de las naciones, con instrumentos propios de defensa y política exterior.

La Constitución Europea es un proyecto de integración contra los nacionalismos excluyentes y la intolerancia. En su artículo I-5, el Tratado recoge "(...) La Unión respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial(...)". Estas son unas cuantas más de otras tantas razones por la que los españoles deberíamos respaldar la Constitución Europea el 20 de febrero.

Nuestra condición de extremeños debe además hacernos reflexionar, a la hora de emitir nuestro voto, sobre los enormes beneficios que nuestra comunidad ha obtenido de Europa. Gracias a la contribución económica de la Unión Europa, Extremadura ha experimentado un desarrollo considerable. En un sector clave como el campo se han multiplicado las ayudas directas, incrementando nuestra renta agraria, la competitividad de nuestros productos y la apertura de nuevos mercados. En cifras, la región recibió en el 2003, última fecha de la que hay datos, 600 millones de euros de ayudas de la PAC, (un 10% del total nacional). Además se han mejorado nuestras carreteras: 4 de cada 10 kilómetros de autovías se han construido con fondos de la UE; se ha dado un gran impulso al empleo del que se han beneficiado colectivos con problemas de inserción social, como desempleados de larga duración, jóvenes y mujeres; los fondos de la UE también nos han ayudado a la conservación del medio ambiente con avances en la gestión de residuos, en el reciclaje o en la defensa ante la contaminación; hemos abierto nuestras fronteras al comercio, a lo que ha contribuido la moneda única; nuestros jóvenes estudian en universidades extranjeras gracias al programa Erasmus puesto en marcha por la Unión; en definitiva, todos los sectores de la sociedad extremeña han resultado favorecidos gracias al principio de aplicación de la convergencia real y de la reducción de las disparidades entre las distintas regiones de la Unión.

Por otro lado, la Constitución Europea promueve principios que ya se aplican con éxito en nuestra comunidad, como son la innovación tecnológica, la promoción de las nuevas tecnologías y el impulso a la formación y la educación, por lo que su ratificación propiciará la creación de un marco común para el fomento de estas políticas.

Es hora de devolver la solidaridad recibida. Por todo ello y porque nuestro país ha recuperado un papel clave en Europa, el referéndum para la ratificación del Tratado por el que se establece la Constitución Europea va a situar a España en el punto de mira del continente. Desde Extremadura, los ciudadanos daremos entonces una lección de europeismo y nos situaremos, junto al resto de los españoles, a la vanguardia de la construcción de Europa.

* Presidente del Grupo Socialista de la Asamblea de Extremadura