Se quiere equiparar laboralmente a la mujer con el hombre, que no haya más hombres que mujeres en las empresas, en los consejos directivos de los bancos, en la judicatura, en la dirección de los centros educativos y hasta en el ejército, y todo eso por decreto, con una nueva ley (otra) que establece una cuota ¿40/60? ¿50/50? ¿60/40?

¡Qué insulto! Las mujeres no necesitamos cuota, lo que necesitamos es que los procesos de selección de las empresas y demás se hagan sin tener en cuenta el sexo, sólo la idoneidad, necesitamos que si decidimos formar una familia, el Estado o la empresa nos permita compatibilizarla con el trabajo (con guarderías, ayudas económicas, horarios flexibles --que no es trabajar menos-- o permisos maternales suficientes y que no suponga perder el puesto). Necesitamos que se nos respete y nos valore por lo que somos y por lo que contribuimos a la construcción de la sociedad y no por la fachada y por lo que adornamos en TV, en un despacho, en una fiesta y ahora en una encuesta. Necesitamos que se persiga a los empresarios que pagan menos a un empleado mujer que hombre, o que impidan su ascenso.

Creen esas condiciones y nosotras haremos el resto. Esta ley es más de los mismo, hemos pasado del paternalismo del padre, al del marido y ahora al del Estado. ANA LLAMAS MORALES. Extremadura