Conocí a Patxi Andión en una comida en Lisboa. Fue hace un par de años. Le gustaba la buena mesa y disfrutamos en compañía de otros músicos de varios platos de suculento bacalao antes del concierto de aquella noche de noviembre en el Teatro Tivoli en la avenida de Liberdade. Hoy tengo que dar las gracias a Antonio Peña, su mánager, por la oportunidad que me dio de compartir ese momento imborrable que guardo como oro. Patxi Andión falleció el pasado miércoles en un accidente de tráfico en Soria. Su muerte, como ya ocurrió con Cecilia o Nino Bravo en el mundo de la música, ha sido una tragedia que heló nuestros corazones, justo cuando este cantautor cumplía 50 años de carrera con un nuevo disco.

Recuerdo de aquella conversación con él varias frases que me hicieron ver por qué hay artistas a quienes el mercado les importa poco. Ser capaz de poner las canciones por delante de todo lo demás y permanecer ajeno durante años a las giras y vaivenes de la música le habían dado la independencia y soledad donde vivía. De hecho, trabajaba como profesor en la Universidad de Cuenca, escribía y componía.

Duele que Patxi Andión se haya ido de esta manera. En España se hace difícil reconocer la carrera de los autores, a no ser que llenen estadios y, a veces, ni por esas. Cuando coincidimos en la capital lusa, la SGAE portuguesa le acababa de premiar por su trayectoria. Su voz fue la primera que sonó en las radios cuando acabó la Revolución de los Claveles y, desde entonces, se hizo eterno en el país vecino, donde llenaba teatros y era aplaudido por el público. Patxi me hablaba con orgullo de ese reconocimiento y también de su pasión por el fútbol como aficionado del Atlético de Madrid en el nuevo Wanda Metropolitano.

Hay golpes en la vida que, como su muerte, nos devuelven la infinita certeza de que siempre nos quedará su obra, las canciones que crecieron durante años y que volvían ahora a ver la luz. Brindo por ti, Patxi, allá donde quiera que estés, como aquella vez en Lisboa. Gracias por el buen rato que pasamos. A todos, feliz Navidad.

* Periodista