WLw a decisión del concejal responsable de tráfico del Ayuntamiento de Cáceres de frenar el plan de peatonalización de calles que puso en marcha el gobierno municipal del PP, y condicionarlo a la apertura de los tres párkings proyectados en el centro, parece más que justificada. Los argumentos aportados por Carlos Jurado, en el sentido de que el PSOE está de acuerdo en el fondo del proceso que pusieron en marcha los populares en el 2003, pero no en la forma, tienen coherencia. No se puede cortar la circulación en importantes arterias del centro sin ofrecer antes alternativas de aparcamiento público.

Las restricciones de tráfico en los cascos antiguos constituyen un proceso imparable. Hay múltiples ejemplos en España y Europa que demuestran que la peatonalización aporta beneficios tanto al vecino, como al visitante y al empresario de las zonas afectadas. El gobierno de José María Saponi así lo entendió la pasada legislatura y tuvo el acierto de dar el primer paso en este sentido en la ciudad monumental y calles del entorno. El problema fue que la política de tráfico del PP se llevó a cabo de forma errática, sin un plan perfectamente definido de lo que se quería hacer, debido en parte a la ineficacia que demostró el anterior concejal responsable, Santos Parra. A partir de ahora, sería bueno que el irreversible proceso de peatonalización del centro se realizara, sin prisas, con criterios técnicos y profesionales, sustentado en una política de transparencia hacia el ciudadano y en unas infraestructuras que ofrezcan alternativas a residentes, visitantes, turistas y comerciantes.