TMte dicen que Zapatero está bien, tranquilo y relajado, como si después de convocar las elecciones del 20-N se hubiera quitado un gran peso de encima. Me dicen que ya ha pasado la fase del duelo, esa en la que uno se debe acostumbrar a la ausencia, a la pérdida, que en su caso es la ausencia de poder. Sin embargo supongo que es muy difícil seguir vivo y que a uno le den por muerto, seguir siendo presidente y líder de tu partido y que otro usurpe tus funciones, por mucho que ya sea un secreto a voces que quien manda no eres tú, sino él. Por mucho que la política sea el arte del disimulo, al menos hay ciertas formas que deberían guardarse, por una mínima higiene democrática. Ha dicho Rubalcaba que el líder del PSOE es él, y no ha mentido porque en Ferraz ya no hay más mando que el suyo. Lo que ocurre es que en ese partido centenario hay unas normas que no deberían saltarse a la torera aunque estemos en tiempos revueltos. Una norma inviolable es, por ejemplo ,que el liderazgo recae en el secretario general, que se elije en un Congreso y tal como ha tenido que recordar Tomas Gómez , los socialistas han designado candidato por el método del dedazo y ahora este se ha autoproclamado líder, se ha otorgado todo el poder sin que los suyos hayan tenido oportunidad siquiera de pronunciarse.

El caso de la autoproclamación de Rubalcaba como secretario general sin elección es insólito, pero lo es aún más la explicación. Bono , por ejemplo ha dicho que "Rubalcaba es el jefe del PSOE porque es el candidato y el que tiene que tomar las decisiones importantes" Benedicto XVI es el Papa y es como si alguien dijera ¿Y Juan Pablo II ¿Seria absurdo. El Papa es Benedicto XVI y Rubalcaba es el que manda". Lo que el presidente del Congreso ha olvidado en el paralelismo es, primero, que Juan Pablo II está muerto y segundo que la elección de Benedicto XVI solo se produjo tras su fallecimiento. Sin olvidar que esa elección se hizo en un conclave y por mucha inspiración del Espíritu Santo que tuviera hubo fumata blanca después de una elección, no por la propia autoproclamación del Papa. El problema en el PSOE es que Zapatero sigue vivo y aunque se haya optado por a rey muerto rey puesto en vía rápida la bicefalia está resultando imposible.

Es imposible que el candidato pretenda desvincularse, sin sonrojo, de lo que ha sido el gobierno de Zapatero del que ha sido su actor principal y también lo es, sin provocar vergüenza ajena, que todos los que hasta hace medio minuto le hacían la pelota al mandamás, es decir, al presidente ahora le traicionen para pelotear un poco más al candidato por si hay suerte y pillan algo en las listas. Ya sabemos que la condición humana es así pero verlo tan clara y descarnadamente en la clase política ruboriza. No sé lo merece porque ha sido un mal gobernante que ha llevado a este país a la ruina, pero reconozco que ver a Zapatero tan abandonado y tan humillado por los suyos, ver que los mismos que le alzaron a los altares hacen ahora leña del árbol caído me conmueve. Será la condición humana pero a mí me provoca vomitonas.