Ha costado pero parece que finalmente el Gobierno y el Congreso de los Diputados han decidido afrontar los retos del sistema público de pensiones amenazado por el inminente agotamiento del fondo de reserva, el hundimiento de las cotizaciones por el paro y la devaluación salarial y el envejecimiento de la población. Los once meses de Gobierno en funciones y de campaña electoral permanente han aplazado el debate y los acuerdos necesarios para garantizar el futuro de las pensiones de quienes han cotizado toda la vida y de quienes lo están haciendo ahora.

Es necesario un gran acuerdo y este solo se puede alcanzar en el marco del Pacto de Toledo que este martes retomó sus trabajos con la comparecencia de la ministra Fátima Báñez. En paralelo, el presidente Rajoy también habló del tema en el Senado. Y todo indica que el PP ha decidido finalmente mover ficha y concretar algunas medidas para garantizar las pensiones como siempre ha dicho que pretendía hacer. Rajoy, a preguntas de Podemos, se mostró abierto a aumentar las cotizaciones sociales de los salarios más altos mientras que la ministra anunció la posibilidad de financiar las políticas activas de empleo (1.900 millones anuales) con cargo a los presupuestos y no a la Seguridad Social. Es insuficiente pero es un primer paso resultado de la precaria mayoría de los populares y de la urgencia del problema.

El Gobierno sigue sin querer hablar de volver a referenciar las pensiones al Índice de Precios al Consumo (IPC) o de volver la edad de jubilación a los 65 años. Es evidente que con las medidas anunciadas ayer no se cubre el déficit actual que ronda los 16.000 millones. Y el elenco de posibilidades es sobradamente conocido: pagar las pensiones no contributivas con cargo a los presupuestos generales, reformar la pensión de viudedad o fomentar los planes privados. No hay muchas más recetas posibles ni factibles con el agravante de que al dejar pudrir el problema ahora las medidas que se tomen han de comportar efectos casi inmediatos.

Era necesario abrir este debate pero ahora es importante conducirlo en el ámbito de Pacto de Toledo, atendiendo a las demandas de los agentes sociales y conformando mayorías que no sigan la lógica partidista sino que atiendan las necesidades de quienes dependen de la pensión para vivir.