Es lo último en chuches, una tienda virtual en la que mires donde mires se te hacen los ojos "chirivitas" en una retahíla de fresones gigantes y gominolas a placer. Los creadores no paran de innovar amasando ideas. Mientras los políticos duermen abandonados a su suerte en la interminable siesta pegajosa de agosto, los empresarios se reinventan a golpe de chupa-chupIs y bombas de cacao. El chocolate se ha convertido en un refinadísimo arte de hacer dinero y en los grandes mercados del buen gusto y la felicidad así lo han entendido.

Del kiosco del parque, las golosinas han pasado a los supermercados, de ahí, emprendieron un viaje iniciático hacia tiendas algo más especializadas para transformarse posteriormente en espacios de categoría, bajo la etiqueta de gourmet o boutique con talleres y obradores incluidos, en los que la última moda es dejar al cliente jugar con las texturas en la nube de olores mágicos que emergen de la catarata de chocolates calientes.

Establecimientos fabulosos que por sí solos y sin más ambición que la de dar placer al paladar, han situado a la "chuche" en lo más alto de la pirámide gastronómica para sibaritas. Estos palacios del chocolate y el regaliz, han creado auténticas redes de perdición para golosos y aficionados que pasean por Europa a través de rutas secretas y muy muy selectas como las que organizan en el país-chocolate por excelencia, Bélgica. Parece una ironía que en la ciudad de los hombres grises, Bruselas, exista la mejor chocolatería del mundo concebida como alta joyería. Lujuria y lujo en la Plaza de las Chocolaterías. Bombones rellenos de champagne o fruta brillan desde las vitrinas deslumbrantes en un alarde de dulce y exquisita creatividad. Pralines y tartaletas del tamaño de un dedal, galletas y macarons de mil colores, barras delicadas perfumadas con unas gotas de grano granulado de cacao de Madagascar...

XLA VIDAx debería saber a chocolate. Y las normas que marcan nuestras cotidianas vidas deberían ser diseñadas en talleres de repostería, para oler a caramelo, dulce de leche o maicena. El maravilloso mundo de las golosinas ha encontrado en Pericodelospalotes el sueño de todo adicto, una farmacia contra el malhumor. Allí no venden chucherías, las recetan contra el dolor del alma. Chuches en frascos, pastilleros o Kits de emergencia para todos los males de este mundo... hasta para el desgaste sentimental. Contiene cada frasquito un 3% de azul cielo y un 5% de amarillo margarita, el resto de la fórmula es altamente secreta.

Reinventarse y adaptarse o morir, es el gran reto que se plantean hasta los humildes reposteros. No todo está perdido, siempre hay nubes de agua en el horizonte. Fabricar golosinas saludables en envases inimaginables, es sólo un nano-ejemplo de las tuercas mentales que el personal está ajustando para no morir en el valle de los parados desesperados. Todo vale con tal de devolver la ilusión perdida a los miles de niños que acompañan a sus padres al Pato Amarillo, otra iniciativa privada 10.

El chocolate es un medicamento y la piruleta es una manta para los pies descalzos. Pericodelospalotes no es asesor de Guindos pero bien podría serlo para enseñarle a ver el color del arco-iris en los billetes de 500. Los creativos españoles están más vivos que nunca y prueba de ello es la ingente cantidad de micro proyectos que afloran en el panorama empresarial con sello de calidad. Desde las golosinas de diseño que elaboran pack temáticos, según el evento o la ocasión, hasta fábricas de discursos y creadores de bebidas y sabores. Todos están en pie de guerra para animar el mercado y salir de esta espiral nihilista en la que se empeñan en meternos tertulianos y analistas-pinchaglobos profesionales cuyo principal mérito es polemizar, con quien sea y como sea... a más polémica mayor es su caché. Son terminales mediáticas de los distintos partidos políticos que nos amargan desde la caja tonta desayuno comida y cena, bajo una especie de mantra cansino y voraz.

Y mientras ellos ladran, afloran emprendedores por doquier, miren si hay talento en España, que al mismo tiempo que le daban la medalla de la Comunidad de Madrid a Esperanza Aguirre , un cocinero abría su Croquetería, otro abría un horno para hacer galletas artesanas personalizadas y cuarenta clases de pan: con tomate, con cebolla, con nueces, con aceituna. Así cada minuto que pasa...

O sea, que al ritmo que un político abre la boca para contar ovejitas, nace una idea, un empresario, una marca. Unos bla bla bla, otros... manos a la obra. España es un país para comérselo, es una caja repleta de sorpresas de chocolate, podría ser incluso la gran panadería de Europa, la huerta de Occidente, lo que quiera, pero eso sí, dejen por favor que sea Pericodelospalotes quien nos brinde la posibilidad de ser y hacer chocolate.

*La autora es periodista