WEwl 30 de enero se produjo en Badajoz un episodio difícil de calificar: un policía adscrito a la comisaría se ha hecho pasar por un periodista en la rueda de prensa convocada por Antonio Chacón , presidente de la Plataforma de Los Colorines, una de las zonas con mayores problemas de convivencia de la ciudad. Preguntada por este asunto la delegada del Gobierno, Carmen Pereira , ha admitido que tal cosa ha podido ocurrir por la pretensión de la policía de "estar atenta" a cualquier conflicto social latente para evitarlo. Pereira también se ha comprometido a averiguar por qué un policía asistió a esa convocatoria de prensa.

Se trata de un episodio chusco y como tal fácil de caricaturizar, pero antes que eso resulta preocupante que se haya producido un suceso como éste: no es posible admitir sin bochorno que las ruedas de prensa constituyen una oportunidad para que la policía se entere de conflictos prevenibles. Acierta la delegada del Gobierno en abrir una investigación para que, en cuanto pueda, dé a conocer qué es lo que ha ocurrido en este caso; si ha habido otras veces y, si es así, por qué. Es preciso hacerlo para no alentar el temor de que la tristemente célebre Brigada Político-Social ha resucitado para vigilar a los ciudadanos.