Señoras y señores de la derecha más extrema, debo reconocerlo: lo primero que hago cada día cuando llego a clase por la mañana es coger una tiza redonda y de buen tamaño y empezar a elucubrar cómo motivar a mis alumnos. Pero si opto por las nuevas tecnologías, abro el ordenador y busco en las redes material sensible que ayude a la motivación y la creatividad de mis jóvenes. Y aquí, el placer es infinito. Y si vamos a visitar algún museo, quédense tranquilas, familias, porque los maestros somos más sostenibles y ecologistas que la misma Greta Thunberg: vamos desnudos, como suena. Y está claro, después, a hacer guardias, porque algunos de nosotros estamos de baja por un resfriado mal curado y peor prevenido. Y si al final de la clase se me acerca algún alumno, no con la intención de visitar Neverland, sino de darme las gracias porque hoy ha aprendido algo o ha disfrutado de la bacanal metodológica, el orgasmo intelectual (no malpiensen) será glorioso y el grito se oirá incluso en el Congreso de los Diputados. Sí, de donde debería surgir una nueva ley de educación que derogara la rancia LOMCE y que facilitara la entrada de nuestros jóvenes en las escuelas a las siete de la mañana porque estarían tan motivados para ir a la escuela que no podrían esperar a que llegaran las ocho o las nueve. Familias, no sufran en absoluto cuando dejen a sus hijos en estos antros de perversión (según Vox) llamados escuelas, los profesionales de la educación velarán para que jóvenes y niños crezcan en un ambiente de libertad.

ESTUDIO ONCOLÓGICO

Gracias infinitas

Javier Ruiz

Médico

De manera regular se publican en los medios noticias referidas a descubrimientos que han de contribuir al mejor entendimiento del cáncer para mejorar su prevención y tratamiento. Son pequeños progresos que contribuyen al avance oncológico.

A veces sucede que uno de esos descubrimientos oncológicos son avances de gran magnitud. Tal es el caso del estudio publicado por Karuna Ganesh, Joan Massagué y colaboradores (Nature Cancer, enero 2020) y desarrollado en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, EEUU, dirigido por el propio Massagué.

Este estudio pone de manifiesto que el comportamiento de las metástasis es diferente al que hasta ahora se consideraba: «Las células que inician las metástasis son distintas de las que originan el cáncer en el tumor primario. Si este se inicia por mutaciones genéticas, las metástasis lo hacen reactivando genes que no están mutados y que están inactivos. De alguna manera, las células que inician las metástasis hackean un mecanismo de reparación natural del cuerpo humano y lo utilizan para extender el cáncer a otros órganos». Aunque paradójicamente son muy pocas las metástasis que sobreviven en el organismo humano, cabe señalar que ese mínimo porcentaje es responsable del 90% de la mortalidad del tumor. Por tanto, la contribución sobre el entendimiento de las metástasis de Ganesh y Massagué es de extraordinaria importancia para afrontar una enfermedad que ha de afectar al 38-39% de la población mundial; es la segunda causa de mortalidad (en EEUU mata a 700.000 personas al año, y en España ha afectado a 160.000 en el 2019). Gracias infinitas a los autores y, en especial, a Massagué, poco reconocido en España.

SACRIFICIO DE ANIMALES

Un despropósito

Rubén Martínez

Valencia

Me parece un despropósito que se quiera sacrificar a animales de compañía por el mero hecho de no tener un hogar, estar enfermos o no ser de pura raza. Sacrifiquemos entonces a los ancianos en hospitales o en residencias por el mero hecho de que haya familias que no quieran hacerse cargo de ellos o, por desgracia, no tengan los medios suficientes para poder ayudarles. Yo soy un amante de los animales; tengo ocho perros y una casa de acogida. He tenido y tengo perros que han estado y están malitos, y no por ello los mato o los sacrifico. Lo que hay que hacer es ayudar a las protectoras y a la gente que tiene animales y crear una ley parecida a la Seguridad Social para los animales, para que estos no se encuentren tan desamparados.