Hace unos años, un amigo sexagenario, maestro jubilado, entró en el bar donde yo estaba. Llevaba una bolsa de supermercado en la mano y semblante hosco en la cara. Posó la bolsa sobre una silla y se dirigió hacia mí, a la vez que pedía al camarero que le sirviese un vino. "Hay gente joven que ha perdido por completo el respeto a la personas mayores, Juanito. Ya no solo no te tratan de usted, sino que además se toman ciertas confianzas que a mí me repatean", me dijo con tono exasperado. Luego prosiguió diciéndome que al pasar por la caja del supermercado había tenido una trifulca con la cajera.

Al parecer la joven le había llamado "cariño" en el momento del cobro. El le contestó con acritud que de cariño nada, que eso lo dejara para su novio; que con él no se tomara tanta confianza. La clienta que estaba más próxima intentó apaciguarle diciéndole que la cajera había intentado ser afable con él y que se debía sentir halagado por el piropo. Pero mi buen amigo no lo entendió así y montó el pollo a la cajera.

Yo le dije que algunas personas suelen utilizar de forma maquinal ciertas expresiones, con la pretensión de agradar en el trato a los demás. Y que no debía darle tanta importancia. Pero la verdad es que algunas de estas palabras rechinan en los oídos porque suenan a adulación fingida, sobre todo por su repetido empleo. Hay quién utiliza el reseñado "cariño" para llamar incluso al mismísimo diablo. "Prenda" es otra de las palabras con las que algunas personas se dirigen a otras a las que no conocen: "Qué bueno eres, prenda". Aunque el prenda en cuestión sea una verdadera "joya". Otro piropo, o mejor, piropazo, es "guapo o guapa". Eso sí, en este caso el piropeador y el piropeado suelen tener cierta relación. Así, no es extraño que entre conocidos se lo llamen. "Pilar, guapa, pásame la sal".

Este piropo suele subir la autoestima de sus receptores. Sin embargo es el que tiene más alto contenido de adulación fingida, porque es escuchado de igual modo tanto por los que se parecen a Adonis como por los que se parecen a Picio.