Mariano Rajoy ha dado la sorpresa apenas Zapatero dio la salida a la carrera hacia las urnas: Rajoy consigue que Manuel Pizarro acepte ir como número dos en la lista por Madrid. Lo que lo convierte, automáticamente, en personaje clave en la batalla electoral.

Rajoy, con este fichaje sorpresa, resuelve varias papeletas a un tiempo: despeja la incógnita sobre quién se ocupará de los asuntos económicos en el supuesto de que ganara las elecciones del 9 de marzo y de paso ya no tendrá que situar a Ruiz Gallardón como número dos, porque hay entendimiento, en el PP como fuera, de que es más importante la figura del futuro eventual vicepresidente que la de un alcalde de la ciudad de mayor importancia que aspira a ser diputado.

El fichaje de Pizarro viene a demostrar la relevancia que tiene la figura del vicepresidente. La lista de candidatos se ve en la necesidad de hacer esa importante aportación al elector. Los candidatos son ya Zapatero-Solbes y Rajoy-Pizarro, en ticket completo y que visualiza a los dos máximos responsables, político y económico.

Pizarro, por lo demás, es un personaje sobradamente conocido, y hasta popular. Primero, por su combate esforzado para hacer valer la empresa que presidía, Endesa, frente a las empresas que aspiraban a controlarla: Gas Natural, primero, Eon más tarde, y finalmente, Enel. Pizarro no logró, como aspiraba, la pervivencia de Endesa como empresa autónoma, pero sí que su valor patrimonial registrara una importante revalorización. No hay duda de que Pizarro combatió valerosamente contra los propósitos del Gobierno de facilitar esa venta de Endesa.

Ahora, Pizarro, en caso de éxito, podría devolver el golpe . Y en el caso de que el PP se alzara con el poder y el Gobierno, Pizarro tendría por delante un gran futuro político, Si Zapatero-Solbes vuelven a imponerse en el combate electoral, es seguro que Pizarro habrá perdido, de momento, el consejo de administración de Telefónica recién conseguido, a cambio de ser diputado del Congreso. Y en todo caso, relevante figura de la economía en el PP. ¿También candidato a suceder a Rajoy? Eso parece mucho más improbable. En esa batalla competirán valores más jóvenes del partido: Gallardón o Aguirre , por ejemplo, y en particular.