Alguien tiene alguna duda de que la inmigración es uno de los grandes problemas españoles y europeos y que lo va a ser mucho más? Eso, que está al alcance de cualquier ciudadano, ni los gobernantes españoles ni los europeos quieren afrontarlo. El comisario Franco Frattini y su antecesor Antonio Vitorino han reconocido que "ningún modelo de integración de inmigrantes ha funcionado hasta ahora en la Unión Europea" y que hay que aprobar directrices europeas para abordar el asunto. "No puede existir ninguna política para gestionar los flujos migratorios si no hay una política activa para la integración de aquellos que entran en territorio de la UE", dicen. Pero no hacen nada, al menos con la urgencia imprescindible.

El Gobierno español niega que se haya producido un efecto llamada tras su última y masiva regularización, pero los ciudadanos creen que es verdad eso de que hay, otra vez, un millón de inmigrantes ilegales y, en todo caso, sólo hay que ver los cayucos que llegan todos los días a las costas españolas para comprobar que es así, que va a seguir siendo así. Enviar unos cuantos diplomáticos a Africa para tratar de convencer a los Gobiernos con los que no tenemos relaciones diplomáticas de que vigilen sus costas, es una maniobra voluntariosa de distracción, pero nunca un plan . Ni los papeles para todos ni las puertas abiertas lo son, pero tampoco es posible cerrar las fronteras. Quienes no tienen nada harán lo imposible por llegar al mundo donde sobra de todo. O Gobierno y oposición se sientan y fijan una política compartida y ambiciosa de inmigración e integración o el problema puede ser muy grave. En Canarias ya lo está siendo.

Y, además de eso, hay que respetar los derechos de los inmigrantes. Son personas y deben ser tratadas como tales. En Sevilla se acaban de reunir los abogados especializados en Extranjería, bajo la organización del Consejo de la Abogacía y el Colegio de Abogados de Sevilla, y han reclamado un plan de choque para dotar de medios materiales y personales a las oficinas de Extranjería; han pedido unificación de criterios en la concesión de visados, permisos de trabajo y procedimiento de reagrupación familiar, ya que cada consulado español actúa a su aire; han exigido que los menores no acompañados, al igual que sus mayores, cuenten preceptivamente con asistencia letrada, ya que sus derechos son ignorados casi siempre; y han defendido que la estancia irregular no lleve aparejada necesariamente la expulsión. Hay que archivar el Plan Africa, ponerse a trabajar juntos y en serio, aquí y en Europa, y respetar siempre los derechos de quienes apenas tienen una esperanza: sobrevivir. Ese sí que es un reto.

*Periodista