Cuando el gobierno de José Antonio Griñán aprobó el decreto-ley de expropiar temporalmente a los bancos las viviendas que van a ser objeto de un desahucio en el momento que las familias estén en riesgo de exclusión social, el presidente José Antonio Monago calificó la medida de "discurso yeyé, chachi y guay". Y Rafael Hernando , portavoz adjunto del PP en el Congreso, definió la medida como "decisión que pretenden asimilar Andalucía con Venezuela".

Por su parte, el coordinador regional de Izquierda Unida, Pedro Escobar , afirmaba: "como IU no forma parte del Gobierno de Extremadura, vamos a estudiar despacio el texto del decreto ley de Andalucía y a intentar aplicarlo lo más parecido posible". Todo ello, mientras resonaban las palabras de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal , ante su grupo parlamentario sobre los desahucios: "Los votantes del PP se ajustan el cinturón pero pagan la hipoteca. Otros, con excusas vagas, no hacen lo mismo"; así como las del portavoz popular en la Comisión de Economía y Competitividad, Vicente Martínez-Pujalte , sobre los desahuciados: "Les vendría mejor la dación en pago para comprarse otro piso".

Ahora que Griñán anuncia otro decreto-ley para luchar contra la excusión social con la creación de una red que garantice que todos los niños en Andalucía hagan al menos tres comidas al día, Monago arremete contra dicha medida definiéndola como "fuego de artificio". Y Hernando dice: "Ibamos a ser la California europea pero, con el bipartito, parecemos Etiopía". Todo ello, mientras en la Comisión de Salud y Política Social de la Asamblea de Extremadura del jueves pasado, Manuel Cañada , en nombre de la Plataforma por la Renta Básica en Extremadura exigía: "Gasten el dinero en la gente, que sí hay para pagar 300 millones de intereses a los bancos, 15 para los sueldos de los políticos y cuatro para el aeropuerto".

Y todo ello acontece mientras en la conferencia "La crisis y la desigualdad" Griñán decía: "Hemos puesto en marcha determinadas acciones de carácter extraordinario que deberían ser el germen de una Estrategia Nacional contra la Exclusión Social, que me gustaría llevar a una Conferencia de Presidentes autonómicos o, como no soy del PP, plantear a Rajoy en un encuentro bilateral". Millones cobrados en sobresueldos como gastos de representación que no piensan devolver, y encima enredan con las cosas de comer del pueblo.