Cambios en las caras de los dos únicos partidos que, salvo en la última ocasión, han monopolizado históricamente la representación extremeña en las Cortes Generales, Congreso de los Diputados y Senado. PSOE y PP han dado a conocer esta semana los nombres y se ha procedido a un Plan Renove que sustituye las caras principales de los carteles y sobre todo, en una primera apreciación personal, en unas listas populares que habían estado muy ligadas a la estructura tradicional del PP extremeño sin variar en los últimos lustros.

Solo ha habido una ocasión, decíamos, en que un tercer partido consiguió meter cuña y obtener acta de diputado, diputada en este caso, hace tres años en junio de 2016 cuando Podemos consiguió la proeza inalcanzada siempre por PCE-Izquierda Unida que una vez, recuerdan, se quedó a las puertas con Eugenio Triana al principio de la democracia en 1979; Amparo Botejara ha roto ese duopolio, es diputada por Badajoz de los de Pablo Iglesias, y probable que repita como candidata aunque sus posibilidades son menores que hace tres años.

En el socialismo, en esta renovación, el ex sindicalista y actual portavoz parlamentario regional de PSOE-SIEx, Valentín García, encabeza la lista de Badajoz. El cambio en los bancos socialistas de la Asamblea de Extremadura, la sucesión de etapas políticas, y también generacionales por edad, llevará a Madrid a un dirigente del que siempre se recordará su imagen, arrastrado por policías locales de Mérida para que pudieran salir de las cocheras los autobuses urbanos en una huelga general.

En la lista de Badajoz destaca la ausencia de Ignacio Sánchez Amor, llamado al Parlamento Europeo y al que veremos seguramente intentar volver a mediar por cuenta de la Unión Europea en ‘pequeños balcanes’, conflictos de fronteras e incluso étnicos aún no resueltos en el continente, sentado en un aeropuerto meditando, desde Chisinau, sobre las claves de las soluciones para Transnistria

EL SANCHISMO conduce en Cáceres a Belén Fernández al liderazgo de la lista para el Congreso, de la que cae Pilar Lucio, mientras que esa agrupación local del partido coloca en lugar relevante para la lista de la Asamblea al según los mentideros poderoso Vicente Valle.

Por el PP, golpetazo de los de Pablo Casado, al menos en las caras primeras que son las que han dado a conocer, que el resto de lugares está aún sin resolver y ahí tendrá que haber equilibrio de familias, aparatos, y poderes fácticos. Las jugadas del ajedrez de Casado para los cambios que tenga que abordar en Extremadura empiezan por difundir la figura del alcalde de Trujillo, Alberto Casero, su hombre de confianza, para irle situando en lugares de primera fila y visible, en función de lo que pueda pasar en las autonómicas de mayo.

En este momento, por los comicios de junio de 2016, el PP que los ganó tiene cinco diputados por Extremadura y cuatro el PSOE, y cara al próximo 28 de abril la previsión es que sea esta último el que se llevara entre cuatro y cinco, y en la zona de la derecha (incluido Ciudadanos, situado voluntariamente y de pleno en ella) el PP aunque hegemónico podría estar amenazado por Ciudadanos -Victoria Domínguez es una candidata muy conocida en su circunscripción de Cáceres-, y perjudicado por el cálculo aritmético D´Hondt en un voto muy dividido.

Algo esto último, que también podría perjudicar a la pareja PP-Ciudadanos en la Asamblea de Extremadura, donde la partida está muy abierta y el PSOE sigue con la ventaja de poder pactar a su derecha o izquierda y con la idea de no perder mucho diputado. O ninguno. ¿Incluso ganar alguno? .

Viernes de huelgas; en el sector público, claro. A la del 8M ha sucedido este pasado día 15 la huelga estudiantil contra el cambio climático. El sector privado extremeño, atomizado y plagado de pymes, autónomos y jóvenes, y no tan jóvenes, llevando currículum de aquí para allá, no se lo puede permitir.