Apostaría a que el Premio Planeta nunca lo gana la mejor novela, ni la finalista es la segunda mejor obra. Pero en los certámenes literarios sólo el jurado conoce los trabajos presentados, y nunca lo sabremos. En los premios de pintura, al menos el público puede ver una exposición de obras seleccionadas junto a las premiadas, y compararlas. Luego cada cual se convertirá en un férreo crítico del jurado o se congratulará con su decisión. Digamos que en este caso existen menos posibilidades de que el jurado sea parcial.

A la última edición del Premio Planeta se han presentado 478 obras, y como cada año, sus ganadores no han sido precisamente autores desconocidos. El premio Planeta siempre lo gana un escritor consagrado, o que se haya dado a conocer recientemente gracias a un best seller nacional, o una persona conocida gracias a los medios de comunicación. Nunca lo ha ganado un vecino de cualquiera de ustedes que se dedique a escribir y no lo haga mal. Este debe esperar ese golpe de buena suerte que a veces necesitan los buenos escritores y ganar un premio modesto y accesible para noveles, o a que alguna editorial apueste por él y le publique una novela que sea un éxito de ventas. Entonces se convertirá en un candidato a ganar el Premio Planeta.

Este año, como los anteriores, a falta de dos días para el fallo ya se barajaban nombres de posibles ganadores: Clara Sánchez y María Dueñas . Cuando se supone que ni el jurado ni la editorial convocante deben conocer la identidad de ningún autor. Y la ganadora ha sido...: "¡Clara Sánchez por El cielo ha vuelto!". ¡Bingo! Al menos la finalista no ha coincidido. Sin embargo ha sido otra mujer muy conocida como cineasta, aunque nada como novelista: Angeles González-Sinde . ¡Línea!

Si tuviésemos acceso a leer todas las novelas presentadas, seguro que encontraríamos algunas merecedoras de premio escritas por autores desconocidos. José Manuel Lara Bosch , presidente del grupo Planeta, ha declarado sin embargo que "lo que nos conviene es un Planeta que descubra autores nuevos". Le faltó decir: "Y mediáticos".