WEw l Ministerio de Medio Ambiente ha puesto ya fecha --(finales del 2007)-- a sus compromisos para tener elaborado el estudio de impacto ambiental del corredor extremeño de alta velocidad, aunque los plazos no siempre se ajustan al gusto de todos. Tras la reunión con la ministra del ramo, Cristina Narbona, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, se ha mostrado convencido de que se cumplirá el calendario anunciado por la Administración, es decir no más allá del horizonte del 2010. Sin embargo, cada capítulo cerrado abre una nueva puerta para la polémica. Ahora, para el PP, el Gobierno extremeño "ofrece aire" y una versión "conformista" para que al final no se cumpla con lo prometido. Y puede que no le falte razón si se tiene en cuenta la tramitación administrativa previa que requiere cada uno de los tramos previstos (estudio ambiental, licitación, contratación, ejecución, etc.).

Lo que sí parece que ha hecho bien el presidente extremeño es desembarcar en Madrid, no para recordar que hay de lo mío, sino para desempolvar compromisos que demuestran que, a veces, Madrid cae muy lejos de Mérida. Y en Extremadura, el AVE, como otros proyectos, también necesita de estrategias conjuntas de Gobierno y oposición. Sobre todo, porque esta región es sólo una parte del corredor que unirá las dos capitales ibéricas y de poco o nada sirve mostrar nuestras diferencias cuando la auténtica realidad del proyecto también queda supeditada a los intereses que, más allás de Talayuela y Caia, tengan nuestros vecinos de viaje .