Los concejales de la oposición en el Ayuntamiento de Badajoz --los del PSOE y el de IU-- se ausentaron ayer del salón de plenos en el que se discutían los presupuestos del 2009 en protesta por el escaso tiempo, desde el miércoles, 15, de que habían dispuesto para estudiarlos. En consecuencia, las cuentas municipales del presente año se aprobaron con los votos del grupo mayoritario y sin debate.

Los concejales socialistas y de IU tienen razón en quejarse: unas cuentas públicas de una ciudad de 150.000 habitantes son los suficientemente complejas como para dedicarle un buen tiempo para analizarlas, más de los 5 días con los que han contado. En este sentido, y con independencia de se hayan entregado en el plazo legal establecido, el gobierno municipal debió de facilitarlas con antelación a la fecha en que lo hizo, máxime si, como señala el portavoz socialista, existía el pacto de caballeros de hacerlo al menos con diez días de adelanto sobre la fecha de discusión en pleno. De igual modo, el gobierno municipal no debió de incluir en esa sesión otros 18 puntos, porque las cuentas merecen una discusión amplia y detallada.

Sin embargo, la oposición nunca debió de abandonar el pleno y si han tenido tiempo debería haber redoblado su esfuerzo y haber trabajado más para llegar a la sesión con una posición tomada. Porque con esa actitud han perdido los ciudadanos a los que representan justamente porque en esta ocasión no han estado representados.