Desde luego, y eso no lo puede dudar nadie, hay que ver lo que están pasando todos los diputados y senadores. Un día tras otro y desde hace cinco meses y sin que haya el menor atisbo de que se forme un Gobierno y puedan trabajar, de una vez por todas, como lo han hecho durante cerca de cuarenta años: de la manera más inconfesable posible (perdón: mejor, de la manera más "intachable" imposible). Cinco meses sin dormir y, lo peor, sin cobrar un chavo; pues supongo que si todavía no ha comenzado su trabajo, digamos de manera efectiva, no habrán empezado a cobrar. ¡Qué mal lo tienen que estar pasando! Desde que se murieron Franco y José Antonio, quiero decir, desde las efemérides de ambos, sin dar palo al agua y viéndolas venir. No hay derecho: que té contraten y no te dejen trabajar hasta pasados cinco meses --y por lo que se masca, lo que te rondaré morena-- es algo indigno; propio de sociedades retrogradas o de sociedades sin los mínimos principios de fundamento lógico y estructural. ¡Vaya! De gente de poca moral y más bien de sentimientos surgidos de una educación recibida a la intemperie para poderse adoctrinar en el expolio y la desvergüenza como modelo de convivencia. Para resumir: de gente, dicho en el argot de la calle, de mal vivir..., y vivir demasiado bien. Aunque sin Gobierno tampoco estamos los ciudadanos tan mal, sólo nos falta declararnos "insumisos" de todos los impuestos hasta que alguien nos los pueda exigir-, o mientras se aclara algo y nos devuelven, al menos, parte de lo sustraído gobernando.

Por cierto, ¡como se estarán frotando las manos la gente de la Justicia! Otras elecciones y otra vez de nuevo a cobrar por "hacerlas". Sin ánimo de incordiar: "De oca a oca y tiro porque me toca".

Y salió una voz de utratumba: ¡Oiga, de pobres nada, que desde el primer día que fueron elegidos, todos los políticos están cobrando! Debía estar soñando, no me lo podía creer: ¿Cobrando y sin trabajar? ¡Que no, que no, que no me puedo hacer a la idea! Eso no puede ser. ¡Casualmente, desde el día que se conmemora la muerte de Franco y José Antonio! ¡Increíble! Cómo despierten un par de nuevas "fieras", se van a enterar, ¡nos vamos a enterar!