El lunes murió Julio Andreotti , cuya legendaria frase destacaban ayer casi todo los obituarios: "El poder desgasta, sobre todo al que no lo tiene". Yo también voy a fijarme en esa formulación a prueba de hipócritas, tan actual hoy a la vista de los datos arrojados por la última encuesta del CIS. Ahí está el PP, después de dieciséis meses de política agarrotada y dolorosos recortes, perdiendo el apoyo de la ciudadanía en mucha menor medida que el PSOE cuyo desplome imparable se me antoja más nocivo para España en su conjunto que para la propia formación.

Es mi humilde y preocupado sentir el de que nuestro país no puede permitirse que el partido de la izquierda moderada y sensata se desangre en incongruencias, peleas fratricidas, falta de criterio, facciones, ocurrencias, desorden interior, propuestas populistas y desplazamientos oportunistas con olor a sacristía nacionalista. Me dirán ustedes, recordando a Andreotti, que la hecatombe del PSOE tiene su origen en el desastre del 20 N 2011, pero su desplome continúa imparable, cuando ya debería haberse olvidado la herencia de ZP de la que los socialistas siguen rehenes, bien a su pesar.

Lo cierto es que las declaraciones de líderes díscolos mantienen al pobre Rubalcaba , al que tan errados algunos postularon antaño como un Maquiavelo moderno, en un perpetuo sin vivir. Entre ERES, coqueteos con escrachistas y reventadores, pataletas por las primarias y tibieza con el nacionalismo insolidario, el principal partido de la oposición no hace lo que tiene que hacer, que es, aparte de controlar al Gobierno, proponer iniciativas. Y cuando Rubalcaba convoca a los periodistas con un plan que debería ser analizado más en profundidad y no despachado por el presidente antes de conocerlo a fondo, tampoco los informadores profundizan en él. Pues el tema del día era la rebelión de Pere , el místico, contra el PSOE y la de Carme , la españolista, contra Pere. Y concluyo. ¿Me atreverá a corregir a Andreotti y afirmar que lo que desgasta no es la falta de poder, sino tener el propio partido hecho un carajal?