El próximo 9 de mayo se celebrará el Día de Europa. Una fecha que evoca a lo que fue el nacimiento de unos valores y unidad que han servido de pilares sólidos sobre los que se construyó y construye la Unión Europea: la declaración de Schuman.

«La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas». [...] «Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho», Schuman. París, 1950.

Sus palabras están más vigentes que nunca.

A pocos días de este aniversario las nuevas cuentas para la Unión Europea se han convertido en un debate sobre el proyecto de Unión Europea que se vislumbra en el futuro.

Los ciudadanos y ciudadanas europeas somos conscientes de que la presentación de unos presupuestos son la hoja de ruta por la que caminaremos en los próximos años, dicho esto, a sabiendas de que se pueden aún negociar, las prioridades establecidas en ellos han sido la migración y la seguridad. Aquellas que habían sido las líneas tradicionales hasta el momento, como la agricultura y la cohesión, sufren recortes y, por tanto, dejan de ser prioritarias, pero ¿para los europeos y europeas dejan de serlo?

Cuando se habla de la Política Agraria Común debería recordarse una y otra vez que en realidad estamos hablando también de alimentación de calidad, de protección al medio ambiente, de lucha contra el cambio climático y, por supuesto, de una herramienta esencial para frenar el despoblamiento.

Todo ello son retos globales en los que se trabaja actualmente por parte de todas las administraciones y en los que la agricultura desempeña un papel fundamental.

Si esto se conoce, ¿por qué recortar ahí? ¿Por qué modificar una PAC que supondría la aparición de 27 políticas agrarias diferentes, en nuestro país además, subdivida en 17? ¿No sería desandar en el camino de la unidad establecido y aceptado? ¿No sería romper el principio de igualdad? ¿No sería recortar en una materia madre de la que beben y viven muchas más?

Me gustaría, en este periodo de negociación, que el Gobierno de España pensase en los agricultores, en toda la riqueza que generan a su alrededor, que mirase a los pueblos, a las ciudades y supiera decirle a la Comisión Europea que la agricultura es prioritaria para la Unión Europea.