Han tenido que pasar 24 días desde las elecciones para que se empiece a hablar de razones sobre las que apoyar, o no, una candidatura a la Presidencia de la Junta. Lo hizo ayer el PP, que con la presentación a Pedro Escobar de un documento sobre el que articular un acuerdo para asegurarse su abstención en la sesión de investidura, inauguró lo que se debía haber inaugurado el 23 de mayo: la etapa de discusión sobre bases políticas y programáticas del próximo gobierno regional y, en su caso, los apoyos al mismo. Por fin la política se abre paso. Ya era hora. El documento que entregó ayer José Antonio Monago al coordinador de IU, con independencia del grado de acogida que tenga en el partido ´llave´, debería tener al menos la impagable virtud de sacar a IU de la situación de ensoñación en que se encuentra desde que abrió el proceso asambleario para determinar "el estado de ánimo" de la organización sobre a qué partido apoyar.

Hay que pasar de las musas al teatro, como ya un sector de la propia IU pretende hacer con la elaboración de un documento con el que también se busca no solo lo obvio, sino lo que mandan los ciudadanos: hablar de una vez por todas de política. Los dos partidos con posibilidades de formar gobierno han pecado hasta ahora de contemplativos con el fin de no desairar al que tiene en sus manos elegir presidente de la Junta. Es una posición que hay que abandonar. IU tiene que empezar a definirse. Lo lógico hubiera sido que ese movimiento surgiera de la propia coalición para responder ante la responsabilidad en que le han puesto las urnas, pero las razones por las cuales el PP le ha arrebatado la mano en este envite es un asunto que tendrá que analizar Escobar y su partido.

El documento presentado ayer por Monago contiene propuestas generales, como las que hacen referencia a planes de empleo, reducción de listas de espera sanitaria, impulso a la Formación Profesional, ley de desarrollo rural o garantías para el desarrollo de la Ley de la Dependencia que tendrían que ser objeto de detalle en una futura negociación. Pero también incluye otras propuestas concretas y novedosas. Entre estas, la de impulsar un cambio en la ley electoral de Extremadura que permita las listas abiertas, en línea con lo que ha hecho Esperanza Aguirre en su discurso de investidura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, y, alternativamente, modificar el umbral de representatividad electoral. Ambas son solo la expresión de una predisposición, porque ni una ni otra modificación está en manos de una mayoría PP-IU, puesto que se necesitan los 3/5 de la Asamblea para su aprobación. Sin embargo, sí son propuestas factibles y al alcance de un hipotético gobierno del PP otras como la de sustituir los coches oficiales por un parque móvil; suprimir los privilegios de los altos cargos; acotar por ley el mandato del presidente de la Junta a dos legislaturas; revisar el estatuto de los expresidentes o garantizar la pluralidad informativa de los medios públicos. Este conjunto de propuestas podrían ser un punto de partida para negociar el apoyo, o no, de IU a un futuro gobierno ´popular´. Sin embargo, la reacción de Escobar ante el documento que se le entregó, afirmando que le remitirá a Monago otro documento con "las preocupaciones" de IU sobre la región, augura que no va a ser fácil llevar a la coalición, al menos de momento, al terreno de las propuestas concretas.