La política no hay que tomarla como tema individual, ni como prepotencia personal. La esencia de la política está, en la unificación de criterios que determinen todo lo mejor para nuestra ciudad: potenciar la unidad de las personas, mejorar la calidad de vida, recopilar propuestas que den más calidad al entorno donde vivimos, y sobre todo, para que den soluciones a los problemas de los ciudadanos. La disposición y la compresión a la participación de los demás, favorecen las pretensiones que tengamos, para hacer realidad obras, que identifiquen y den realce a nuestra ciudad. Si por cabezonería, no se está dispuesto a la participación y se desatienden ofrecimientos económicos de otras instituciones, para dotar a nuestra ciudad de mejores instalaciones y mejoras de edificios emblemático, que nos supongan menos gastos; se está sobrecargando en más gastos, la contribución de todos los emeritenses en el disfrute de las que podrían ser nuestras propias instalaciones. Si en las inversiones de una ciudad deben de colaborar otras instituciones, se deben poner todo los medios necesarios y armonizar las reuniones con el fin de entenderse para solucionar los problemas. Si el gobierno del Ayuntamiento de Mérida está más por el enfrentamiento que por la colaboración es muy difícil que las propuestas hechas para hacer obras se efectúen en los plazos previstos y con el dinero presupuestado. Si el Gobierno central o la Junta de Extremadura están ilusionados en que Mérida siga creciendo y tenga más calidad, es conveniente que el Gobierno del ayuntamiento mantenga buenas relaciones, más cordialidad y más convicción para trabajar con ellas. Pero si lo que quiere es, enfrentamiento por el simple hecho de capitalizar todos los trabajos para conseguir más votos, le están haciendo un flaco favor a los intereses de nuestra ciudad.

Manuel Jiménez Martínez **

Mérida