La cadena de despropósitos por la que el ahora exsocialista Samuel Folgueral toma, como independiente, la vara de alcalde de este antiguo feudo socialista y minero le resulta demasiado cara al PSOE. Personalmente, Rubalcaba paga caro el error inicial de que el PSOE apoyara una moción contra el alcalde del PP con los votos del exalcalde Ismael Alvarez , condenado por acoso sexual. La cuestión es que los 9.000 votos logrados por el PSOE en esta localidad, que le otorgan ocho concejales, se han convertido en un altavoz de peleas internas, descoordinación entre órganos del partido y descontento de la militancia, que en este momento se traducen en un golpe a la credibilidad del primer partido de la oposición, que intenta forjarse la imagen de alternativa de gobierno. El precio del error es demasiado alto como para que los socialistas lo salden sin que nadie asuma responsabilidades. El PSOE no puede permitirse más falta de reflejos.