Las noticias que llegan de Portugal en relación con la línea de Alta Velocidad Madrid-Lisboa no son precisamente buenas. Si hace dos semanas la preocupación en Extremadura saltó a raíz de que la líder del partido Social Demócrata (PSD), Manuela Ferreira Leite, ganó las elecciones europeas con un discurso en el que aseguraba que si lograba la victoria en las generales de septiembre pararía el programa de inversiones en la línea del AVE portugués, ahora se ha conocido que de esa misma opinión participa la inmensa mayoría de la sociedad portuguesa. Una encuesta publicada por el Diario Económico, uno de los periódicos ´salmón´ de referencia en el país vecino, no dejaba lugar a dudas: el 74% de los encuestados es partidario de aplazar las obras en razón de la crisis económica que atenaza, como al resto de Europa, a Portugal.

El AVE, como parte de las infraestructuras modernizadoras, está siendo ya un elemento de discusión en la sociedad lusa, puesto que el partido socialista del presidente Sócrates ha hecho de él, junto a la banda ancha y la energía, un eje de su discurso pre-electoral. Cuenta con apoyos entre los intelectuales (a favor del AVE se han publicado manifiestos firmados por 80 personalidades), pero solo con una minoría de la sociedad. Una encuesta es solo eso, pero que una de ellas haya recogido un pronunciamiento tan rotundo hace que aumente la incertidumbre sobre el futuro de la línea, vital para el desarrollo de Extremadura.