No habrá acuerdo social. Y es muy difícil encontrar argumentos para justificar la actitud del presidente de la CEOE en la negociación. Incluso su expresión "espero que al presidente se le pase pronto el berrinche" tiene un tinte predemocrático, de falta de respeto a la dignidad institucional del presidente. Es el mismo personaje que pidió la suspensión de la economía de mercado con carácter provisional en los primeros días de la crisis. El mismo que pensando (o no) que el micrófono estaba cerrado descalificó al presidente de Gobierno mientras afirmaba que Esperanza Aguirre "era cojonuda".

Ahora, después de un año, estamos como al principio. ¿De verdad los empresarios españoles piensan que la CEOE se puede dar el lujo de estar frente al Gobierno y los sindicatos? ¿De verdad que con lo que se ha televisado en directo en todo el mundo de los escándalos financieros y el empleo de dinero público para salvar a la banca y a sectores industriales claves, como el automóvil, se pueden alinear los empresarios con el principal partido de la oposición en una política de decir que no a todo?

Es cierto que el empleo lo crean las empresas, pero también lo es que los sindicatos han demostrado su responsabilidad en época de bonanza y también en época de crisis: ¿quién se beneficia de esta forma tan evidente de romper la baraja?

Es difícil encontrar un solo punto de la política del Gobierno que cuente con el respaldo o al menos con la neutralidad de la oposición, con la excepción del acuerdo sobre la formación del Gobierno vasco. En todo lo demás, la técnica practicada por el PP es la obstrucción buscando que el desgaste le regale la miserable diferencia en intención de voto con el PSOE que revela la encuesta del CIS. El otoño, más que caliente, se presenta dramático. Sobre todo para los trabajadores en paro. Pero también para los empresarios que no encuentran financiación y rebuscan ayuda pública en cada línea del BOE. Gerardo Díaz Ferrán sale en las fotos con cara de satisfecho, como quien ha hecho una machada. Dentro de poco se dará cuenta de que ha iniciado una tragedia.